Tener erección por un largo tiempo es una de las exigencias con las que más se sienten presionadas las personas con pene. Se piensa que mientras más dures en la cama, mejor amante eres, ¡te equivocas! No siempre es así.
Para conocer los detalles sobre el tiempo ideal que una persona del sexo masculino debe durar en la cama y las estrategias para mejorar las erecciones, los sexólogos Christian Martínez y Gary Rivera nos dan su opinión experta.
En primer lugar, cabe resaltar que ambos expertos señalan que no hay un tiempo determinado, porque no existe un promedio ideal. Esto se debe a que factores como el nivel de excitación, deseo y estimulo pueden variar durante una relación sexual y, por ende, la erección.
“Se dice que el hombre tiene que mantener un tiempo la erección para después eyacular y eso es muy relativo, porque hay factores que pueden influir en esto. Por ejemplo, se va a generar estresor y mi estímulo se va a truncar cuando se está en la búsqueda ansiosa del orgasmo”, señala el sexólogo Christian Martínez.
En la misma línea, el sexólogo Gary Rivera confirmó que no existe un tiempo, pero si se quiere establecer un promedio, se podría decir que una relación satisfactoria dura entre cinco y siete minutos, solamente en tiempo de coito y sin contar los juegos eróticos previos.
Cabe agregar que ambos recalcaron que más que el tiempo lo más importante es el placer, ya que la excitación es totalmente subjetiva y es por ello importante que la persona con pene conozca su erección.
“Una persona, si quiere ser un buen amante, tiene que darse cuenta de que en la performance sexual, no se es solamente un pene”, dijo Martínez.
Hay que tener en cuenta que existen distintos tipos de erección. La erección por excitación, cuando hay un estímulo continuo que se hace que mantenga; erecciones nocturnas o matutinas, que son involuntarias por una carga o recarga de testosterona; y la erección reflexogénica, cuando hay un estímulo directo con el tacto.
Por ello, hay que tener en cuenta que estas van a variar de acuerdo a la situación que se presente. Por ejemplo, en el momento de los juegos sexuales, sin penetración, la erección varía con el tiempo.
“En juegos eróticos, que pueden durar 20, 40 o 50 minutos, el pene va a estar erecto y disminuyendo la erección y aumentando la erección. Sucede que, cuando los hombres sienten que está disminuyendo, se estresan, se alteran y comienzan a precipitar al coito porque sienten que tienen que tenerlo siempre erecto, ya que se ve al pene erecto como símil de deseo sexual”, advierte Martínez.
Por otro lado, el sexólogo Gary comenta que si se quiere hablar solo de la erección sin enfocarnos en los juegos eróticos, hay una duración promedio entre los 3 y 13 minutos.
“Puede parecer poco tiempo, pero no es así. Es el tiempo que dura la erección del pene. Aunque esto no incluye la erección de la etapa de juegos”, señala Gary.
Ambos especialistas comentaron que hay algunos aspectos que pueden mejorarse para tener una buena erección. En primer lugar, el aspecto físico: el exceso de consumo de alcohol, cigarro, el sobrepeso, estrés, la baja testosterona, los antidepresivos, antihipertensivos y enfermedades como la diabetes.
Por otro lado, el sexólogo Martínez dijo que hay aspectos psicológicos que se pueden controlar para mantener la erección como:
PUEDES VER: ¿Es el hombre fértil durante toda su vida?
En la misma línea, Gary Rivera agrega que se pueden utilizar algunas herramientas como:
Ambos expertos comentaron que no es recomendable el uso de pastillas sin recomendación médica porque pueden traer verdaderos problemas de erección y dependencia.
“La pastilla debe ser tomada con un diagnóstico y bajo una prescripción médica. No es porque mi amigo me dijo que hay que tomarla para durar, porque ahí me voy a hacer un daño real”, señaló Martínez.
Por otro lado, el mismo sexólogo señaló que el uso de retardantes “es lo peor que puede usar una persona que tiene problemas de eyaculación porque es un adormecedor, solo lo que hace es adormecer el glande y con eso creemos que duramos más tiempo, pero es una dependencia que genera un daño”.
Actualizado por Pilar Baldeón