Los sueños húmedos son muy mencionados en la adolescencia de las personas con pene, ya que para ellos es visible, si se da un orgasmo o no, en las sábanas; sin embargo, este tema no se habla mucho para las mujeres, lo que no quiere decir que sea inexistente.
Para conocer de qué tratan estos sueños y cómo podemos reconocer si hemos tenido uno o no, la psicosexóloga colombiana Norma Bejarano y la sexóloga Eirelyn Gómez nos ofrecen su opinión experta.
Se conoce como sueños húmedos a los que tienen una visión erótica, de imágenes sexuales o incluso de recuerdos de experiencias vividas, y que se dan en la fase REM. Estos pueden ser deliberados; es decir, nos vamos a dormir y pueden pasar.
En el caso de las personas con pene, se puede tangibilizar este sueño con la eyaculación y, en el caso de las personas con vagina, se puede sentir a través de la expulsión de algún flujo vaginal o la lubricación.
Sí, es posible para las mujeres llegar a este mediante un sueño. La sexóloga Eirelyn Gómez explica que el punto máximo de libido se da en el cerebro, por lo que el aumento de flujo de sangre en el tejido eréctil hace que el cerebro reconozca esta señal, se excite y tenga un orgasmo.
“Para que este se dé puede que haya habido un roce directo de los genitales o, por ejemplo, si se duerme en pareja y hay un contacto con otra persona, también se puede dar”, señala Gómez
Asimismo, la psicosexóloga Norma Bejarano precisa que “el sueño es la cancha propicia para que el orgasmo salga a jugar”, ya que, al estar en un periodo de relajación y a la vez tener una fantasía sexual, provoca que haya una fuerte excitación.
En la misma línea, la especialista psicosexología añade que se puede reconocer uno de estos sueños cuando una se despierta con la respiración acelerada, el corazón latiendo más rápido, contracciones pélvicas y con lubricación. Además, se tiene la sensación de haber tenido un sueño intenso y el sentimiento de haber experimentado una penetración.
“Algunas mujeres sienten todo esto y tanto la agitación que las hace despertarse cuando estaban por llegar al momento de excitación máxima que quedan medio frustradas y pueden contar con la mano o un vibrador para poder masturbarse y terminar con la tarea”, agrega Bejarano.
Algunos estudios de los científicos de Barry Komisaruk y Beverly Whipple, de hace algunos años, buscaron explicar cómo se producen los orgasmos nocturnos.
En una investigación de 1992, los investigadores analizaron a 10 mujeres que decían poder tener un orgasmo solo con pensamientos y sin estimulación física.
Mediante el monitoreo de sus reacciones, el ritmo cardíaco, la tensión arterial, la dilatación de las pupilas y la tolerancia al dolor durante un orgasmo mental y durante un orgasmo provocado mediante estimulación física, los expertos descubrieron que la reacción era prácticamente idéntica entre los motivados con la mente y los motivados con la masturbación.
Luego, en un estudio publicado en el 2016, los mismos científicos realizaron la resonancia magnética funcional al cerebro de 11 mujeres y descubrieron que, cuando pensaban en tocarse los pezones o el clítoris, el córtex sensorial se activaba como si de verdad le hubieran tocado esa parte del cuerpo.
“Además, la activación del córtex prefrontal era mucho mayor cuando la mujer se imaginaba la estimulación que cuando de verdad se estimulaba físicamente”, expuso Komisaruk al medio Splinter en una entrevista.
Ambas especialistas comentan que no hay una forma exacta para propiciar un sueño erótico; sin embargo, se puede intentar provocar uno con las siguientes recomendaciones: