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Sexualidad

¿Usas la saliva como lubricante?: conoce por qué no es recomendable en las relaciones sexuales

No solo la saliva sino otro tipo de elementos pueden ser peligrosos de usar como lubricante durante las relaciones sexuales. Conoce cuáles son y qué es recomendable usar.

larepublica.pe
Especialistas recomiendan usar lubricantes a base de agua o silicona para disfrutar más de los encuentros sexuales. Foto: unsplash

La saliva está considerada como un recurso habitual para lubricar antes de la penetración o para la masturbación. Esta es una de las consecuencias de lo que se muestra en la pornografía tradicional, generadora de modelos sexuales machistas y de prácticas que ponen en riesgo la salud sexual de las personas.

La lubricación en la zona íntima es necesaria para poder disfrutar mucho mejor de los encuentros sexuales y así evitar molestias, por lo que especialistas sugieren que las parejas hagan uso de lubricantes —a base de agua o de silicona—. Sin embargo, debido a que en diferentes situaciones no se cuenta con esta herramienta a la mano, las parejas utilizan la saliva. Pero, ¿es recomendable hacerlo?

Para la sexóloga Eirelyn Gómez (@sexologaeirelyn), el uso de la saliva no es recomendado durante el coito. “En el sexo oral [la saliva] puede generar sensaciones agradables, pero en relaciones sexuales coitales no, porque esta se va a secar”, detalla la especialista. Esto producirá malestar a la persona penetrada y, más allá de disfrutar, puede generarle incomodidades. Asimismo, explica que muchas veces las parejas escupen este líquido, y al hacerlo se pueden expulsar bacterias que pueden generar infecciones.

Por ello, la experta recomienda que sí se puede utilizar la saliva en zonas externas del cuerpo para estimularlas, como al momento de lamer pezones o durante el sexo oral, mas no durante la penetración, ya sea vaginal o anal. En cambio, se recomienda el uso de lubricantes, los cuales están diseñados para maximizar el placer.

¿Es recomendable usar aceites como lubricantes?

Eirelyn Gómez tampoco recomienda el uso de aceites como reemplazo de los lubricantes. “Hay ciertos aceites para la hidratación de la vulva, pero no recomiendo que se use para el acto sexual”, enfatiza. Esto se debe a que, al colocar el aceite dentro de la vagina, puede generarse un foco infeccioso debido a que este líquido —usado por lo general para realizar masajes— no se va a diluir con los fluidos naturales del órgano sexual.

“Un lubricante se diluye con facilidad, mientras que el aceite no. Además, este último no es compatible con los preservativos, los cuales deben utilizarse en todo acto sexual para prevenir infecciones o enfermedades de transmisión sexual”, concluye.

¿Se puede tener relaciones presentando dolor en la zona íntima?

Muchas mujeres mantienen relaciones sexuales a pesar de tener dolor. Sin embargo, en palabras de la experta, “lo que debemos ‘romper’ es el mito de que sea algo normal”.

En ese sentido, la doctora recomendó que, en caso se presente alguna molestia, “siempre deben acudir primero a ginecología y nosotros les vamos a ir brindando las alternativas de tratamiento multidisciplinario, ya sea con psicología, con terapia física del suelo pélvico o con la sexóloga”.

¿Qué es el vaginismo?

El vaginismo es una condición ginecológica que muchas mujeres padecen y podría estar afectando tu vida sexual. ¿De qué se trata? “Son contracciones involuntarias a nivel de la introito vaginal (abertura) que impiden la penetración, así sea con las relaciones sexuales o para colocarse cualquier cuerpo extraño como un tampón con la menstruación”, detalló especialista.

¿Por qué aparecen los gases vaginales?

En diálogo con La República, la ginecóloga Corina Hidalgo explicó que normalmente los gases o flatos vaginales se producen cuando existe una debilidad del suelo pélvico o de aquellos músculos y ligamentos ubicados en la parte inferior del abdomen. Para la especialista, esto se puede deber a los siguientes factores:

  • El paso de los años
  • Los cambios anatómicos o cuando una persona con vulva sube o baja de peso abruptamente.
  • Luego de un embarazo o parto.
  • Tener hiperlaxitud o una mayor amplitud vaginal.

Anatomía de a vulva. Foto: diversual