Hoy culmina el proceso de inscripción de listas de candidatos al Congreso y una mirada a algunas de estas nóminas preliminares de los partidos políticos que participarán en los comicios de enero del 2020 nos indica que la presencia de la mujer seguirá siendo minoritaria si es que las propias organizaciones no aplican, por cuenta propia y voluntariamente, la paridad y la alternancia.
Y es que a pesar de existir desde el año 2000 la ley de cuota que señala la obligación de incluir un 30% como mínimo de mujeres en la relación de postulantes al Legislativo, los datos históricos juegan en contra de la participación de la mujer en la política, y en este caso, en el Parlamento Nacional.
Así, según los datos que recoge la tesis denominada: “¿Qué mueve a quienes mueven la agenda de género?”, de Katherine Zegarra, en el período congresal del 2001 al 2006, 22 mujeres (18.3%) ocuparon un escaño. En el Parlamento del 2006 al 2011, accedieron a 35 curules (29.2%). Y así, para el siguiente quinquenio solo obtuvieron 28 asientos (21.5%). En este último Congreso lograron tener 36 escaños (27.7%). Es decir, la presencia de la mujer en los últimos cinco periodos legislativos osciló entre el 18% y el 29%.
Como vemos, en total, 121 mujeres (24%) resultaron electas frente a 379 hombres (76%) del 2001 a la fecha.
En años anteriores, la intervención femenina en este espacio fluctuó entre el 3.3% y el 10.8%, de acuerdo con la misma investigación.
Según el informe “Participación política de las mujeres en el Perú: elecciones generales 2016 y elecciones regionales y municipales 2018”, de la Defensoría del Pueblo (DP), durante el proceso electoral 2016 se registraron, a nivel nacional, 1270 candidaturas inscritas al Congreso, de las cuales 497 (39%) fueron de mujeres y 773 (61%) fueron de varones.
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Asimismo, la referida investigación concluye que, del total de las 229 listas presentadas en el país, solo el 22% (51) de ellas eran encabezadas por mujeres, mientras que el 78% (178) eran presididas por un hombre.
En este contexto, la Defensoría sostiene que uno de los factores que provoca esta situación discriminatoria es que solo “contamos con la cuota de género que en la práctica no suele aplicarse adecuadamente, pues las mujeres son colocadas en los tercios inferiores de las listas electorales”.
De allí la necesidad de que se haya aprobado la reforma política referida a la paridad y alternancia, aunque esta no será aplicable en enero del 2020, al haber sido refrendada en julio del 2019. Como se recuerda, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) estableció que para estos comicios no se aplicarán leyes publicadas desde un año antes del día de la elección.
La propuesta del Ejecutivo planteaba que las listas de candidatos y candidatas a cargos públicos tengan 50% mujeres y 50% hombres, y que su ubicación sea alternada. Sin embargo, la norma dada por el Congreso disuelto estableció que la cuota de género aumentara de manera progresiva. Así, en el 2021, esta crecerá al 40%; en los comicios generales del 2026 llegará al 45%; y hasta el 50% para el proceso del 2031. La norma también consignó que los candidatos mujer y hombre serán colocados de manera intercalada.
El rechazo fujimorista a esta reforma, durante el debate en julio pasado, se sustentaba en argumentos como la meritocracia o en que no se podía obligar a las mujeres a participar en la política. Más allá de las razones, no pasó desapercibida la guerra de carteles en el hemiciclo cuando el Frente Amplio y Nuevo Perú colocaron afiches con la frase “paridad y alternancia, ahora”. En respuesta, Tamar Arimborgo sostuvo una hoja que decía: “No soy una cuota”, mientras que Milagros Salazar hacía lo propio con la frase “Capacidad sí, victimización no”.
Según listas preliminares a las que tuvo acceso La República, hasta el momento el Partido Morado cuenta con 57 mujeres de 135 candidatos; el APRA con 19 de 65; y el PPC con 50 de 133. Por su parte, Acción Popular registra 23 mujeres de 100 postulantes; Contigo, 53 de 135; y Fuerza Popular, 47 de 119. Solo el Frente Amplio ha hecho pública su nómina al Congreso en la que ha aplicado, libremente, la paridad y la alternancia.
Las organizaciones políticas tienen plazo hasta este lunes para inscribirse y queda la esperanza de que voluntariamente apliquen la equidad en este proceso electoral. Si no es así, serán los principales responsables de que ellas sigan siendo minoría en el nuevo hemiciclo.
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