Según la narrativa oficial, las víctimas fatales durante las protestas en Juliaca, Puno, fueron impactadas por proyectiles "Dum Dum", que supuestamente ingresaron por contrabando desde Bolivia. De acuerdo con este argumento, los mismos manifestantes podrían haber disparado este tipo de munición a los 18 civiles reportados como fallecidos.
El último martes, la presidenta Dina Boluarte dijo, durante una conferencia de prensa, que las muertes en Puno fueron ocasionadas "por el impacto de un arma artesanal denominado 'Dum 'Dum". Sin embargo, el ingeniero Sergio Casanave Quelopana, doctor en diseño de armas y municiones, objetó: "No existe la munición 'Dum Dum' desde hace más de 100 años. Lamentablemente, hay mucha ignorancia en los asesores de la presidenta".
El experto explicó a este diario que ese tipo de proyectiles salió del mercado en el año 1909, luego de estar en circulación desde 1890. "Era un proyectil hueco que llevaba una gota de mercurio. Cuando impactaba este proyectil, hacía un daño brutal adentro porque el mercurio se metía al torrente saguíneo y era capaz de envenenar", detalló Casanave. La ley actual que rige el uso de armas y municiones, Ley 30299, permite el uso de proyectiles de plomo de punta blanda o hueca para defensa personal”.
Esta versión que primero circuló profusamente en las redes sociales, en cuentas de organizaciones y personas de la extrema derecha, fue repetida por la jefa de Estado, Dina Boluarte, en una conferencia con la prensa extranjera, el martes 24 de enero:
"De manera extraoficial, lo que nos dicen es que los fallecidos de ese 9 de enero en Puno, (...) la mayoría de ellos es por impacto de un arma artesanal denominado 'Dum Dum'. La policía no usa esas armas letales".
Lo que dio a entender Boluarte es que los manifestantes fabricaron artesanalmente artefactos para disparar dichos proyectiles. Uno de los mayores expertos en el país en la materia, el ingeniero Sergio Casanave Quelopana, afirmó a La República que es completamente falso que las balas "Dum Dum" circulen en el país.
"No existe la munición 'Dum Dum' desde hace más de 100 años. Lamentablemente, hay mucha ignorancia en los asesores de la presidenta", dijo Casanave a este diario.
La República reveló que nueve de las víctimas de Juliaca, en cuyos cuerpos los forenses encontraron restos de proyectiles, ninguno era de las características del "Dum Dum".
"Es imposible que las fabriquen (las 'Dum Dum') artesanalmente. Una persona, para poder hacer una bala, necesita pólvora negra, que no es comercial. Una pólvora que es corrosiva, incendiaria, explosiva. Una munición expansiva no se puede hacer artesanalmente", precisó Casanave.
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La presidenta Boluarte también expresó que "por la frontera Peru-Bolivia han ingresado estas armas letales".
Ante esto, Casanave observó: "La munición que han capturado en la frontera es de calibre .22 long rifle, que en milímetros es 5.56 mm. Es un proyectil para cazar vizcachas o pájaros, y que por ley tiene que tener punta hueca. No son los (proyectiles) que se expanden", manifestó.
El especialista pudo observar las heridas en los cuerpos de los policías y concluyó que no fueron originadas por municiones expansivas y mucho menos por proyectiles "Dum Dum" porque ya que no existen.
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Al revisar los informes del Instituto de Medicina Legal publicados por este medio la semana pasada, donde se muestran los restos de proyectiles encontrados en nueve cuerpos de los fallecidos en Juliaca, Sergio Casanave determinó que tampoco son de tipo expansiva.
Fuentes de la Policía Nacional señalaron a este diario que no cuentan con información disponible sobre los proyectiles "Dum Dum". Y que en todo caso, si existiera, estaría en manos de órganos de inteligencia, que, por su naturaleza de trabajo, no pueden difundirla.
El tipo de proyectil que se ha encontrado en los cadáveres de los manifestantes de Juliaca corresponde a balas de fusiles AKM, de uso de la Policía Nacional.
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En el caso de los fallecidos de Ayacucho, se les encontró balas con características que corresponden a munición de los fusiles Galil, de uso oficial del Ejército.
Existen registros de video en los que se observa con absoluta claridad a policías y soldados disparando indiscriminadamente sus fusiles AKM y Galil, en los días y las horas en que los manifestantes fallecieron por impactos de bala.