Después del indulto a Alberto Fujimori, el nuevo tema de debate en la campaña electoral peruana es la legalización del matrimonio homosexual , donde no han faltado polémicas declaraciones y la intervención de la Iglesia Católica . Martín Hidalgo Desde principios de siglo se ha soñado con un Perú para todos, aunque muchos piensan que ese sería un Perú extraño. La sociedad peruana aún no se avizora la idea de más de un tipo de pareja. Y es que al igual que el aborto y la píldora del día siguiente, el matrimonio entre dos personas del mismo sexo es aún un tema espinoso y sensible, más aún si el tema se ve politizado. ¿Pullazos homofóbicos? Incuestionablemente existe una diferencia entre escuchar la opinión de un ciudadano de a pie a la de un líder político; la discriminación y el sabotaje se han identificado en el Perú por arte de magia a menos de tres meses de los comicios electorales del 10 de abril. Estos últimos actos, también conocidos como "instigación", tuvieron su primera aparición en la campaña , con la candidata al Congreso por Solidaridad Nacional, Fabiola Morales , cuando le pidió al vicepresidente de Perú Posible, Carlos Bruce , "salir del clóset". En un juicio conjunto, sería demasiado fácil confundir los cargos para confundir las sentencias. Por ello, el propio candidato presidencial por SN, Luis Castañeda , puso su cuota de picante al asunto al asegurar, entre ironías, que Bruce "es una loca...". Aunque después, preso de su conciencia, saliera a decir que malinterpretaron la intencionalidad de sus declaraciones y que estaría de acuerdo en una "unión patrimonial" entre dos personas del mismo sexo. Todo ello después que Carlos Bruce pusiera en la agenda política el compromiso de crear una legislación que permita la "unión civil" entre homosexuales, algo que el mismo vocero de Alejandro Toledo considera “una batalla sin sentido” en una sociedad como la nuestra, pero que tiene la esperanza de avanzar en la materia. Entra la iglesia La respuesta de la iglesia no se hizo esperar y el siempre polémico Cardenal Juan Luis Cipriani , Arzobispo de Lima y Primado de la Iglesia Católica peruana, salió a refutar la propuesta al calificarla como parte de una "agenda oculta en contra del derecho natural". "La sociedad económica ya existe, pero no puede tener carácter de boda", dijo Cipriani, tras señalar que Toledo y "otros candidatos quieren cambiar el estilo de la sociedad". Y si bien Cipriani trató de ser cauto, el que no se quedó con la palabra en la boca fue el Obispo Emérito de Chimbote, José Luis Bambarén , quien al referirse a la homosexualidad dijo que la palabra no era "gay" sino "maricón". Esto después de pedir –irónicamente- "decencia y docencia" en la campaña presidencial. "El matrimonio viene de Dios, y es entre un hombre y una mujer. Maldito el que le quieren enmendar la plana a Dios", manifestó Bambarén en diálogo con la prensa. De inmediato, el Movimiento Homosexual de Lima (MHOL) pidió a través de un comunicado de prensa, unas disculpas públicas por parte del Obispo de Chimbote. Asimismo, recordaron que no es la primera vez que se dan declaraciones de ese calibre, al recordar como Cipriani aludió a la comunidad LGTB como “una mercadería averiada”. Por el otro lado… Si bien el candidato presidencial de Alianza por el Gran Cambio, Pedro Pablo Kuczynski , ha propuso la creación de una figura legal para establecer la unión de personas del mismo sexo, el que se ha mostrado más a favor del matrimonio homosexual es Manuel Rodríguez Cuadros, el candidato presidencial de Fuerza Social. Sin tapujos, el ex canciller peruano ha propuesto modificar el artículo 5 de la Constitución peruana, para así legalizar el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Pese a estar en campaña por diferentes tiendas políticas, el mismo Carlos Bruce ha apoyado dicha propuesta, al asegurar que los peruanos se darán cuenta con el tiempo, de que negarse a la unión homosexual es tan absurdo como impedirle el voto a las mujeres. “La homofobia debe estar fuera del lenguaje de la democracia peruana”, enfatizó Rodríguez Cuadros. Y quizás por ello, la homosexualidad va adoptando un lugar en la sociedad, en la política, y en el mundo, aunque esto atente con la conciencia de muchos. Pese a que falta un largo recorrido, en el cual las leyes seguirán desempeñando un papel muy importante, la unión entre dos personas del mismo sexo ya es parte de nuestra realidad. Al parecer nos entramos a un nuevo milenio y los jirones de la democracia se imponen en esas políticas morales y religiosas autoritarias tan semejantes a las de una dictadura.