La segunda Encuesta Nacional de Percepciones de Desigualdad - ENADES 2024, de OXFAM y el IEP, encontró que 6 de cada 10 peruanos creen que la desigualdad ha aumentado en los últimos dos años y que el 54% de los hogares declara no contar con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades esenciales.
Esto sugiere que el mito optimista del “milagro económico” sostenido por el emprendedurismo de los individuos y sus familias parece haber alcanzado su límite. La creencia de que en el Perú una persona pobre que trabaja duro puede llegar a ser rica ha disminuido en 9 puntos respecto de hace dos años, mientras que ha aumentado en 7 puntos el desacuerdo con la idea de que las personas pobres lo son porque desaprovechan las oportunidades. La idea de que “el esfuerzo es suficiente” claramente se ha ido diluyendo en los últimos dos años.
La concentración de la riqueza y las oportunidades ha alcanzado niveles críticos para los peruanos: 8 de cada 10 consideran que la desigualdad entre ricos y pobres es muy grave o grave. Esta concentración no solo se manifiesta en el frente económico, sino también en la influencia y el poder que unos pocos tienen capacidad de ejercer y que influye y afecta las vidas de todos. De hecho, el 69% de los encuestados siente que los ricos tienen demasiada influencia en las decisiones nacionales, y un abrumador 90% piensa que el Perú está gobernado por unos pocos grupos poderosos en su propio beneficio.
Por otra parte, nacer y crecer fuera de Lima constituye una seria desventaja para muchos peruanos, reflejando la precariedad con la que el Estado y las oportunidades se han distribuido en el territorio nacional. Para 7 de cada 10 peruanos, la desigualdad entre Lima y el resto del país es grave o muy grave y casi el 60 % opina que Lima gobierna el país sin considerar a las otras regiones.
Esta desigualdad abusiva termina despojando a los peruanos de sus derechos: 9 de cada 10 personas perciben que el acceso a la justicia es desigual; 83% cree lo mismo del acceso a la salud y el 76% a la educación (76%). Un Estado que procura el beneficio de unos pocos, en la práctica restringe los derechos ciudadanos de quienes no tienen manera de incidir ni influir en las decisiones que, sobre la cosa pública, se toman desde el gobierno.
Si a todo ello añadimos un sistema tributario injusto con una presión fiscal de apenas 17% y que 8 de cada 10 personas crean que los más ricos y las grandes empresas buscan evadir impuestos, no es ninguna sorpresa.
Al respecto, el 62% de los encuestados señala que quienes más tienen, deben pagar más. Esto cobra especial relevancia en un contexto de déficit fiscal en el que el Estado necesita urgentemente encontrar maneras de aumentar sus ingresos.
Finalmente, el 31% de los peruanos considera que un Estado más justo es el factor más importante para construir una sociedad más igualitaria. Esta cifra supera la importancia atribuida al crecimiento económico, la democracia, la reducción de la delincuencia o el apoyo a las minorías. Las voces de los peruanos a través de la ENADES 2024 son un recordatorio de que la redistribución de oportunidades en la lucha contra las desigualdades es fundamental para la viabilidad de nuestra democracia.