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Opinión

¿Medio millón compra a un Cerrón?, por Mirko Lauer

La recompensa de medio millón no es lo único extraño de estos tiempos. Toda la persecución de los prófugos del castillismo es un misterio político, una cantidad desconocida

larepublica.pe
LAUER

La exorbitante recompensa por la captura de Vladimir Cerrón mueve a sospecha por donde se la mire. Medio millón de soles supera largamente las ofertas habituales. ¿El Ministerio del Interior piensa que más dinero ayudará a capturar a este prófugo? Ya Cerrón se burló cuando su recompensa subió a S/200.000. ¿Qué va a decir ahora?

Un supersuspicaz podría pensar que se ofrece tanto dinero cuando no hay el menor peligro de que se produzca una captura. Así, la recompensa sirve como aviso luminoso sobre que el ministerio tiene intenciones serias de pescar al prófugo. Si este es el caso, se hubiera podido ofrecer el doble o el triple, sin mayor peligro.

Juan José Santiváñez simplemente no ha podido demostrar que sus charlas grabadas con el capitán Culebra sobre el prófugo Cerrón y otros temas son falsas. Con lo cual ya está listo para que le pidan la renuncia, algo que casi 80% en una reciente encuesta quiere. Para no aparecer como encubridor, el ministro se lanza al juego de las recompensas.

Pero aun si no hubiera audios que lo incriminan como encubridor, el solo hecho de que no pueda capturar a Cerrón ni sea capaz de informar a la ciudadanía sobre cómo van las cosas son argumentos suficientes para que Dina Boluarte lo ponga de patitas en la calle. Ya hemos sugerido que Boluarte está bajo amenaza. Volvemos a sugerir.

Cerrón ya se está convirtiendo en material de leyenda, pero de leyenda urbana. Primero fue el acceso a una tecnología tan avanzada que no hay GPS capaz de ubicar su fatigado teléfono celular. Después han sido los ocho militares cubanos que mantienen a raya a toda la PNP. Ahora imaginémoslo paseando por la noche costeña en la limusina presidencial.

Pero la recompensa de medio millón no es lo único extraño de estos tiempos. Toda la persecución de los prófugos del castillismo es un misterio político, una cantidad desconocida. Por otra parte, el ministro es investigado por la fiscalía, y el partido del prófugo protegido presenta un proyecto para que el Congreso pueda investigar a fiscales y jueces.

Aquí hay, de capitán a paje, gente convencida de que la ciudadanía se está chupando el dedo. Dina Boluarte, deshágase de su ministro, entregue a Cerrón de una vez, y mande a lavar su automóvil.