Federico Rosado
Docente
“Mi tierra es un edén de fantasía / que pueblan juncos, rosas y buganvilias / mi tierra es una jardí de realidades / poema de mujeres y saudades...”. (Mi Tacna Hermosa. Letra: Omar Zilber. Música: Eduardo Pérez Gamboa)
Viví los primeros 18 años de mi vida en Tacna.
Nací en Tacna. Mis padres, moqueguano y arequipeña, ya casados y muy jóvenes se fueron a vivir a la ciudad heroica.
PUEDES VER: Presidente Pedro Castillo llegó a Tacna por aniversario de su reincorporación a la patria
Desde niño sentí al Perú. Fui educado por maestras y maestros que marcaron mi lealtad a la patria. Nos contaban tristísimas historias, verdaderas lecciones de cómo, en la cobarde ocupación chilena, los tacneños nunca renunciaron a su Perú.
Uno ama a su esposa, a sus hijos… aprendí a amar al Perú.
El poeta Federico Barreto escribe que su madre le dice: “Ama a la Patria con amor profundo / ámala con inmensa idolatría / ¡más que a mí misma! ¡más que a todo el mundo! / ¡mira que es tuya y es madre mía”.
Tacna, como lo apuntó Zilbert, es ahora mi saudade.
Señala la investigadora Eugenia Arria: “La saudade es lo abierto que habita en la suspensión y reposa, con los ojos abiertos, en el cuerpo limitado”.
Sigue: “… un tiempo pasado que no viví”.
Cito, editado, un texto de Miguel Falabella: “Torcerse el tobillo, duele. Duele golpearse la cabeza con el borde de la mesa, duele morderse la lengua… Pero lo que más duele es la saudade. Saudade de un hermano que vive lejos. Del gusto de una fruta que no se encuentra más… del amigo imaginario que nunca existió... Saudade de nosotros mismos, cuando vemos que el tiempo no nos perdona. Saudade de una ciudad”.
Mi Tacna… la extraño… siempre será mi saudade.