Nuestros parientes primates tienen el hueso peneano. Los humanos también lo tuvieron y les permitía tener sexo durante más tiempo. Científicos han hallado la respuesta de por qué ya no lo tienen., El pene de los seres humanos tenía hueso originalmente, según la ciencia. Muchos animales como las morsas, las focas o los perros aún lo mantienen, pero el ser humano perdió esta característica ósea. ¿Por qué? Esta ha sido por años una de las preguntas más difíciles de responder para los científicos evolutivos. PUEDES VER: ¿Cuándo un embrión se convierte en persona? Sin embargo, un nuevo estudio parece haber hallado la explicación a por qué el hombre perdió el hueso peneano, conocido como báculo. La causa habría sido una costumbre humana que nació hace 1.9 millones de años: la monogamia. ¿Cómo la costumbre de tener una única pareja sexual acabó con una parte del cuerpo que permitía erecciones más duraderas y, por ende, coitos más prolongados? Kit Opie, investigador del Colegio Universitario de Londres, indica que para entender hay que saber cuál era la función del báculo. Este hueso, en primates y mamíferos, está directamente relacionado con una función llamada “intromisión prolongada”, que se refiere a que el acto de penetración sexual dura más de tres minutos. Este hueso permite al macho mantener el sexo con la hembra más tiempo para evitar que sea fecundada por otros. “Más allá de una buena manera de pasar la tarde, la intromisión prolongada es una función evolutiva que evita que la hembra se separe y acabe teniendo sexo con otro macho antes de que el esperma del primero haya podido fecundarla”, explica, según recoge este miércoles The Guardian. El hueso del pene en los seres humanos desapareció hace alrededor de 1.9 millones de años, y la hipótesis es que lo hizo precisamente debido a la monogamia, cuando esta emergió como la práctica reproductiva dominante. “En las relaciones monógamas, el macho no necesita pasar mucho tiempo penetrando a la hembra, porque es poco probable que ella esté siendo seducida por otros machos”, agrega. Al no tener la presión de tener que mantener el contacto sexual durante más tiempo, el ser humano fue perdiendo este hueso. En la actualidad, la duración promedio del coito entre la primera penetración y la eyaculación es de solo dos minutos en seres humanos. Según la ciencia, lo positivo de la monogamia es que ayudó al ser humano reducir la tasa de mortalidad al reducir la incidencia de enfermedades venéreas, como las que asolaban a los Neandertales.