Los 56 miembros de la Commonwealth, que reúne al Reino Unido y a antiguas colonias, acordaron el sábado que "llegó el momento" de discutir el legado del "odioso" comercio triangular de esclavos, lo que abre la puerta a posibles reparaciones por la esclavitud.
Al término de una cumbre tensa que concluyó el sábado en Samoa, los países de la Commonwealth tomaron nota de los llamados a una "justicia reparadora" por la "odiosa" trata transatlántica de esclavos y coincidieron en que "el momento llegó para mantener una conversación útil, sincera y respetuosa" sobre el tema, según un comunicado al que tuvo acceso la AFP.
Numerosas naciones de África, el Caribe y el Pacífico desean que el Reino Unido y otras potencias europeas otorguen una compensación financiera por la esclavitud o, al menos, hagan una reparación política.
El primer ministro británico, Keir Starmer, rechazó públicamente hasta ahora las demandas de reparaciones, y sus colaboradores descartaron la posibilidad de ofrecer disculpas en la cumbre.
El viernes el primer ministro de Bahamas, Philip Davis, declaró a la AFP que ya era tiempo de que la Commonwealth pidiera "justicia" por el brutal periodo de la esclavitud que sufrieron muchos países del grupo.
"Nuestra historia está profundamente entrelazada, lo que implica la responsabilidad de enfrentar el pasado con honestidad", indicó.
La Commonwealth estaba compuesta originalmente por excolonias británicas, pero luego se amplió con países como Togo y Gabón, antiguas colonias francesas.
A la familia real británica, que se benefició del comercio de esclavos durante siglos, se le solicitó presentar disculpas.
Sin embargo el monarca se abstuvo de hacerlo el viernes y pidió a los participantes de la cumbre "rechazar el lenguaje de la división".
"Ninguno de nosotros puede cambiar el pasado. Pero podemos comprometernos, con todo nuestro corazón, a aprender de él y a encontrar formas creativas de corregir las desigualdades que persisten", declaró el rey Carlos III.