Los diputados alemanes votaron este viernes a favor de endurecer las reglas para los demandantes de asilo en momentos en que Berlín está adoptando una línea más dura en materia migratoria tras los recientes avances de la extrema derecha.
El paquete de medidas, que también deberá ser votado por la Cámara Alta, prevé retirar ayudas a los solicitantes de asilo que hayan entrado antes en otro país de la Unión Europea o que los refugiados que regresen temporalmente a sus países de origen pierdan "por regla general" su derecho a la protección en Alemania.
Ese mismo se aplicará a los refugiados que cometan delitos con motivaciones antisemitas u homofóbicas.
El paquete de medidas también prevé normas más estrictas sobre el porte de armas blancas y otorga a la policía poderes de investigación más amplios.
La coalición de gobierno, dirigido por el socialdemócrata Olaf Scholz, presentó el proyecto en agosto, tras el triple asesinato con arma blanca cometido por un sirio sospechoso de tener vínculos con el grupo Estado Islámico en la ciudad de Solingen.
El presunto autor, de 26 años, eludió una orden de expulsión del país.
A un año de las elecciones nacionales y con los partidos antiinmigración subiendo en las encuestas, el gobierno ha estado bajo una intensa presión para adoptar una línea más estricta sobre la inmigración.
La restricción a las ayudas desató fuertes críticas dentro del ejecutivo, una coalición entre los socialdemócratas de Scholz, los verdes y los liberales.
Tras discusiones internas, la legislación fue cambiada para excluir a los niños y retirar la ayuda solo en los casos en que la expulsión sea realmente posible.
El proyecto de ley marca un cambio en la actitud alemana hacia la inmigración, casi una década después de que la exjefa de gobierno Angela Merkel abriera las puertas del país a los refugiados en 2015.
El nuevo enfoque alemán llega en un contexto de endurecimiento de las actitudes hacia la inmigración en Europa, donde los partidos de extrema derecha están obteniendo un apoyo creciente.
Los líderes de la Unión Europea pidieron el jueves una nueva legislación urgente para aumentar el número y la velocidad de las expulsiones de inmigrantes.
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