El supuesto asesino del ambientalista Juan López, quien denunciaba la contaminación de una mina de óxido de hierro a cielo abierto en una reserva ambiental en Honduras, fue capturado este viernes junto a un cómplice, informaron las autoridades.
El activista de 46 años fue asesinado a tiros la noche del 14 de septiembre tras salir de una iglesia católica de Tocoa, 220 km al noreste de la capital Tegucigalpa, donde también era concejal. El crimen fue condenado por la ONU y por el papa Francisco.
"Hemos capturado al autor material de la muerte del ambientalista Juan López. Se detuvo también a un cómplice", escribió el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, en la red social X.
El crimen de López evocó el caso de la reconocida ambientalista hondureña Berta Cáceres, asesinada en 2016 en uno de los países más letales para los activistas por el medioambiente, según la ONG Global Witness.
El fiscal general, Johel Zelaya, dijo en X que ordenó "la detención preventiva del presunto autor material y un supuesto cómplice del asesinato del ambientalista Juan López".
López era un férreo opositor a la explotación minera a cielo abierto y denunció daños en la reserva forestal Botaderos y a los ríos Guapinol, San Pedro y a otras fuentes de agua de la zona, cerca de Tocoa.
El ministro Sánchez indicó que "se incautó la motocicleta que fue utilizada para realizar el hecho" y aseguró que "la investigación está respaldada por indicios técnicos y científicos", incluida la revisión de más de cien videos.
"Se están realizando otros allanamientos para realizar también otra captura", añadió, sin dar detalles.
Horas después, el director de la Policía Nacional, Juan Manuel Aguilar, reveló en rueda de prensa que los detenidos son Oscar Alexis Guardado Alvarenga, de 27 años, y Lenin Adony Cruz Munguía, de 30.
Añadió que también se decomisó la motocicleta supuestamente utilizada en el crimen.
Días antes de su asesinato, el ambientalista había exigido la renuncia del alcalde de Tocoa, Adán Funez, luego de que este apareciera en un video negociando sobornos con narcotraficantes en 2013, lo que desató un escándalo en el país, pues también aparecía Carlos Zelaya, cuñado de la presidenta Xiomara Castro.
El alcalde negó responsabilidad en el crimen del ambientalista, quien contaba con medidas cautelares ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) desde octubre de 2023 por amenazas contra él y otros ambientalistas en Tocoa.
En noviembre de 2021, López había hablado en una entrevista con la AFP sobre los riesgos que corrían los ambientalistas en Honduras: "Cuando uno se mete en este país a defender los bienes comunes [...] entra en choque con los grandes intereses", dijo.