Hezbollah ha lanzado en la madrugada de este domingo 25 más de 320 cohetes y varios drones contra 11 bases militares israelíes, en lo que representa su represalia por el asesinato de su segundo al mando el mes pasado. Pasadas las 8:00, hora española, el grupo armado declaró que su ataque "ha sido completado y logrado por hoy".
El ejército israelí, anticipándose a la ofensiva, identificó que Hezbollah estaba "preparándose para lanzar un ataque extensivo" y lanzó un ataque preventivo contra "objetivos terroristas en Líbano". Como resultado de estos enfrentamientos, el Ministerio de Salud Pública de Líbano ha informado de al menos tres muertos. En respuesta, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha declarado el estado de emergencia militar.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que esta ofensiva "no es el final de la historia" y destacó que la defensa aérea israelí interceptó todos los drones lanzados por Hezbollah hacia el centro de Israel.
La ciudad de Hazbollah por los ataques de Israel. Foto: DW
Hezbolá anunció que lanzó un ataque a gran escala contra Israel en represalia por la muerte de un alto cargo militar durante un bombardeo israelí en Beirut el 30 de julio.
En un comunicado, la organización proiraní informó que había ejecutado "un ataque aéreo apoyado por una gran cantidad de drones" sobre territorio israelí, dirigido a un "objetivo militar" que sería identificado más adelante. También señalaron que el ataque se prolongaría por un tiempo.
Poco después, Hezbolá afirmó haber lanzado más de 320 cohetes contra Israel durante la noche, enfocándose en una serie de posiciones militares, mientras que el ejército israelí informó estar llevando a cabo ataques preventivos contra el grupo.
En su comunicado, Hezbolá declaró: "El número de cohetes Katyusha lanzados hasta ahora supera los 320… hacia posiciones enemigas", precisando que los objetivos incluyeron 11 bases y cuarteles israelíes. El grupo también aseguró que "la primera fase ha terminado con un éxito total", subrayando que esta etapa tenía como objetivo "atacar cuarteles y posiciones israelíes para facilitar el paso de drones de ataque hacia objetivos" dentro de Israel.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que los ataques de la madrugada pasada contra la milicia libanesa Hezbolá "no son el final de la historia". Según Netanyahu, esta ofensiva representa el primer paso para que los residentes del norte de Israel puedan volver "a la seguridad de sus hogares".
En relación con los ataques cruzados, Netanyahu destacó que la defensa aérea israelí logró interceptar todos los drones lanzados por Hezbolá hacia el centro de Israel.