Un bebé de 1 año de edad se encuentra internado en el Hospital de Niños de Tucumán, Argentina, con pronóstico reservado, donde ingresó luego de aspirar “accidentalmente” cocaína en su casa.
La versión del hecho surgió a partir de la declaración de la mamá, quien señaló que estaba cocinando cuando notó que su hijo tenía actitudes extrañas: se percató que no podía respirar. A su lado vio un ‘papelito’, nombre que recibe el recorte que se usa habitualmente para fraccionar la dosis de droga.
La mujer intentó hacerlo reaccionar, luego lo llevó a un centro de salud cercano y brindó una primera versión del suceso: la cocaína con la que se había intoxicado el niño era de su hermano, que tenía problemas de adicción a las drogas. Sin embargo, cuando fue interrogada por miembros de la Policía, empezó a tener contradicciones, por lo que pidieron la detención de la mujer y la del padre de la víctima.
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El comisario de la Unidad Regional Este, Fabio Ferreyra, señaló: “Dadas las contradicciones que había entre la madre y el padre del menor, procedimos a la aprehensión de ellos para ponerlos a disposición de la Justicia”. De acuerdo al comisario, el padre del menor “sería una persona conocida y nombrada en el ámbito de la venta de estupefacientes”, contó al medio Contexto Tucumán.
Inés Gramajo, subdirectora del Hospital de Niños, dijo que el menor se encuentra en estado grave. Ingresó derivado del policlínico de Banda de Río Salí, donde tuvo dos paros cardiorrespiratorios que superó con la reanimación.
Fuentes policiales informaron que “para evitar que alguien ingresara a la casa o que los vecinos tomaran represalias por el caso, se instaló una consigna especial que permanecerá en el lugar hasta que el Equipo Científico de Investigación Fiscal haga su trabajo”.
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El bebé continúa internado en terapia intensiva y tiene asistencia respiratoria mecánica. Gramajo señaló que no tiene muerte cerebral, como habían dicho algunos medios de comunicación en un principio.