Italia empezará a poner a partir del 10 de enero la dosis de vacuna de refuerzo contra el coronavirus después de 4 meses de la segunda inoculación y no se deberá esperar 6 meses como hasta ahora. Esto como medida para intentar frenar la difusión de la variante ómicron.
Así lo confirmó a los medios italianos el comisario extraordinario nombrado por el Gobierno para gestionar la emergencia, Francesco Figliuolo. “Dará un impulso adicional a la campaña; estamos corriendo para intentar frenar la variante ómicron”, adelantó.
Figliolo manifestó además que se encuentra “preocupado por los indecisos (a vacunarse), unos pocos millones de personas que podrían ayudar a frenar el virus y especialmente estas variantes”.
Desde febrero, el certificado de vacunación con dos dosis contra el coronavirus, obligatorio para muchas actividades, tendrá una validez de seis meses, mientras que hoy se adelantó que la tercera se podrá poner después de cuatro meses.
La situación epidemiológica y sobre todo de presión en los hospitales está empeorando, y según la Agencia Nacional de Servicios Regionales de Salud (Agenas), sobre datos del 26 de diciembre, la media nacional de puestos ocupados en las unidades de cuidados intensivos ha llegado al 12% y en nueve regiones se superan los umbrales críticos en ambos parámetros (área intensiva y médica): Calabria, Friuli Venecia Giulia, Lacio, Liguria, Marche, Piamonte, Veneto y las provincias de Bolzano, Trento.
Por otra parte, Figliuolo adelantó que los científicos están estudiando cómo gestionar las cuarentenas ante el elevado número de personas aisladas a pesar de ser negativas solo por un contacto.
“Ahora las cuarentenas son diferentes para vacunados y no vacunados, pero estamos estudiando qué hacer”, añadió.