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¿Por qué la zona mapuche se ha militarizado? Claves para entender el conflicto en Chile a días de las elecciones

El presidente Sebastián Piñera ordenó la militarización de la zona sur de Chile mediante un estado de excepción de 15 días que extendió a 15 más hasta el 11 de noviembre.

Indígenas mapuches chilenos y sus partidarios se enfrentan con la policía antidisturbios durante una protesta contra el gobierno de Chile frente al edificio del Congreso en Valparaíso. Foto: AFP-VIDEO: CNN Chile

El presidente de Chile, el conservador Sebastián Piñera, declaró el pasado 12 de octubre estado de emergencia en cuatro zonas de las regiones del Biobío y La Araucanía que se encuentran ubicadas en la “macrozona sur” de Chile, por “grave alteración del orden público”. Esta medida seguirá vigente hasta el 11 de noviembre del presente año, solo a días de las elecciones presidenciales, que se realizarán el próximo domingo 21.

¿Qué está pasando en la zona originaria de los mapuches?

Dos indígenas mapuches fallecieron el último miércoles 3 en distintos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en el sur de Chile, una zona en la que existe un enconado conflicto territorial entre ese pueblo originario y empresas forestales y que se encuentra militarizada desde octubre.

“Puedo confirmar hasta ahora dos fallecidos y tres heridos que habrían llegado a distintos centros asistenciales de la provincia de Arauco”, indicó el ministro del Interior, Rodrigo Delgado. También explicó que aún hay cierta confusión sobre lo sucedido y que se está investigando la causa exacta de la muerte de las dos personas, cuya identidad se desconoce.

Los choques tuvieron lugar en una carretera en la comuna de Cañete, que pertenece a Arauco y se ubica en la región del Biobio, a 630 kilómetros al sur de la capital.

Por su parte, Sebastián Piñera, indicó el jueves que patrullas policiales acompañadas por “efectivos de la Armada y del Ejército fueron emboscadas y atacadas” por un “grupo terrorista” con armas de fuego, “algunas de grueso calibre” en una ruta que había sido bloqueada.

Con información de AFP y EFE.

¿Dónde y por qué se originó este conflicto?

A partir de que Chile se formó como nación independiente en el siglo XIX, los pueblos indígenas perdieron sus tierras. Los colonos europeos se adueñaron de aquellos territorios y con el tiempo los fueron heredando a su descendencia, quienes los vendieron a empresas forestales, lácteas y agrícolas muy importantes para la economía del país.

En el año 1993, el Gobierno de Ricardo Lagos aprobó una ley en donde se hablaba de “subsidios para adquisición y regularización de terrenos, cómo velar por la preservación y difusión del patrimonio arqueológico, histórico y cultural indígena o la implementación de programas interculturales en salud y educación”.

Sin embargo, hasta la fecha ningún Gobierno ha dispuesto un plan que pueda enfrentar de forma común y real el problema de la tierra, es por ello que existe una lucha constante del pueblo mapuche por la recuperación de sus terrenos.

Isabel Aninat, decana de la Escuela de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez, ex asesora presidencial en pueblos indígenas del primer Gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014) y coautora del libro “El pueblo mapuche en el siglo XXI”, declaró para la BBC y dijo que “todos los gobiernos, todas las campañas y comisiones desde los años 90 hasta ahora, han establecido su propio plan y propuesta, sin una mirada de continuidad”.

“Por eso tenemos demandas incumplidas hace años... Y si las analizas, entre los Gobiernos de la centro izquierda y centro derecha las propuestas han sido más o menos las mismas. Pero el conflicto se agrava por, como describía Justin Trudeau en Canadá, esta desconfianza que se basa en promesas que quedan incumplidas una y otra vez”, añadió.

¿Qué es lo que exigen los mapuches?

Fernando Pairican, historiador y Doctor en Historia de la Universidad de Santiago, en conversación con la BBC, asegura que “entre las demandas de los mapuches está un equilibrio entre la producción económica y los recursos naturales, porque son finitos, agotables, y en ese ámbito, si no se regulan, a las generaciones a futuro habrá una crisis medioambiental y alimentaria”.

La Araucanía, lugar en el que habitan los araucanos, nombre con el que los españoles designaban a los mapuche, es una región que cuenta con una gran cantidad de recursos naturales. Pero la última Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), muestra que ese lugar tiene el mayor índice de pobreza del país, con un 17,4%.

Otra pedido que exigen los mapuche es el reconocimiento desde la creación del Estado chileno. “Desde el principio, el Estado de Chile se construye sobre un ideal de homogeneidad que no considera a los pueblos indígenas, olvidando nuestra cultura, nuestra lengua, nuestro sistema de representación. Y así por 200 años”. sostuvo para la BBC Verónica Figueroa, académica mapuche de la Universidad de Chile.

Chile rechaza la militarización declarada por Sebastián Piñera

La organización mapuche Weichan Auka Mapu exige al Gobierno de Sebastián Piñera que detenga la militarización en el sur del país. “Primero, como iniciativa populista frente a las elecciones de noviembre y maniobra distractora ante la acusación constitucional del imputado Piñera”, dice el líder, quien lleva el rostro cubierto.

Continúa, “segundo, ante el fortalecimiento de una ultraderecha golpista, y la debilidad de una centroizquierda servil y amarilla, los cuales con sus acciones de traición y de no responder a las dignas demandas del pueblo. Una vez más se ponen al servicio de los reales dueños de Chile, que al ver amenazados sus intereses, han presionado al gobierno para que instale a los militares en el Wallmapu”.

“En consecuencia, con nuestros kuivikecheyem que sostuvieron el weichan contra los invasores incas, españoles y el Estado chileno, instamos a esta nueva fuerza policial y militar, perros guardianes de los ricos a hacer abandono de nuestro territorio, porque serán derrotados por la fuerza del pueblo mapuche en armas”, amenaza.

El vocero justificó el empleo de armas de fuego: “Reafirmamos nuestro compromiso revolucionario en las acciones de sabotaje a los intereses capitalistas que destruyen y devastan la ñuke mapu, así como en las acciones armadas que son concordantes con las necesidades de nuestras comunidades, reales garantes y poseedoras de la legitimidad territorial”.

Decenas de mapuches, con el rostro cubierto, alzaron sus armas y gritaron: “Venceremos... Libertad a los presos políticos mapuches, libertad a los presos políticos del pueblo chileno. Fuera los milicos y los pacos del Wallmapu”.

La versión oficial del presidente de Chile de un ataque armado se contradice con afirmaciones de heridos y testigos, quienes aseguran que los militares dispararon contra los vehículos que esperaban ante el bloqueo de la ruta.

La violencia ha escalado en la región en la última década ante la falta de solución al conflicto por la reivindicación de tierras ancestrales, con ataques incendiarios a predios privados y camiones.

Las confrontaciones también sacaron a la luz la presencia del narcotráfico y de organizaciones de autodefensa, así como operativos policiales denunciados como montajes por los indígenas.

¿Qué dice la ONU sobre la militarización de la zona mapuche?

La Oficina para América del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) manifestó ayer viernes 5 de noviembre su “preocupación” por la militarización de provincias chilenas en zona mapuche tras la muerte de un comunero en un incidente con miembros de la Armada.

“La oficina recibió información de la muerte de Jordan Llempi Machacan (23 años) y de al menos tres personas heridas, incluido un menor de edad, por disparos en medio de operativos policiales y de Fuerzas Armadas”, dijeron desde el organismo de la ONU a través de un comunicado.

“Los Estados deben limitar al máximo el uso de las Fuerzas Armadas para el control del orden público, dado que el entrenamiento que reciben no está dirigido a la protección y control de civiles, ni a la gestión de manifestaciones”, afirmó el representante de la oficina de ONU Derechos Humanos para América del Sur, Jan Jarab, quien también pidió una investigación “rápida, exhaustiva, rigurosa y eficaz” de los hechos.