Este miércoles 30 de junio, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, solicitó a sus ciudadanos que “escuchen a los expertos” y se vacunen. Incluso, contó que “algunos de sus familiares se contagiaron después de haberse vacunado”, pero que gracias a la dosis “la enfermedad fue leve”. “Vale la pena vacunarse”, agregó.
Sin embargo, no apoya a una inmunización obligatoria a nivel nacional. Así lo aseguró en un evento televisivo conocido como Línea Directa, en donde responde preguntas de los ciudadanos rusos. Esta declaración se da a pesar de que el país ha registrado la mayor cantidad de muertes por la COVID-19 por segundo día consecutivo.
“Siempre ha habido gente que, de manera general, considera que no hay que poner vacunas, y son muchos (...) no solo en nuestro país sino también en el extranjero”, dijo. Pero “no hay que escuchar a la gente que no entiende nada de estas cosas, que se basa en rumores, sino a los expertos”, manifestó Putin e invitó a la población a vacunarse de forma voluntaria.
Asimismo, afirmó que algunas regiones están introduciendo las vacunas de forma obligatoria a personas que forman parte de categorías determinadas como las más vulnerables, puesto que es la manera de evitar un confinamiento estricto.
Rusia se encuentra en sus días más difíciles, debido a que se encuentra en un pico de contagios por la variante Delta, considerada como altamente infecciosa.
Las autoridades sanitarias rusas reportaron este 30 de junio 669 muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, esta cifra supera el reporte del día anterior en el que se registraron 652 defunciones.
Las ciudades más afectadas son la capital, Moscú, y San Petersburgo, que registraron 117 y 111 muertos, respectivamente.
En total, Rusia ha reportado 21.042 nuevas infecciones en las últimas 24 horas y ya suma 5,5 millones de casos desde el inicio de la pandemia de coronavirus.