Cada 4 de abril se conmemora el Día Internacional para la Concienciación y Asistencia en la Acción contra las Minas para reclamar por el peligro que representan los restos de estos explosivos en las poblaciones locales. En este día también se reconoce la labor de personas como Fezeh Rezaye, madre afgana de 26 años que forma parte del primer equipo de desminado integrado solo por mujeres.
Afganistán es uno de los países que sufre de estos problemas, pues 30 años de conflicto armado han dejado muchos de estos explosivos que cobran la vida de cientos de ciudadanos cada mes. Una de estas tragedias ocurrió en el pueblo de Rezaye y provocó la muerte de siete niños.
Por eso, la hasta entonces profesora decidió dejar su trabajo y dedicarse al desminado. “Pensé en mis propios hijos, que esto podría haberles pasado a ellos”, cuenta en un comunicado del sitio web de la ONU.
Rezaye recuerda que su familia se opuso a que realice esta labor, pero ella quería hacerlo por el futuro de sus hijos, “para que puedan estudiar y disfrutar de la vida” relata.
Además, se ha enfrentado a los prejuicios y el machismo de algunos que consideran que una mujer no puede trabajar por dinero. “Esta es una provincia pobre, con alto desempleo, y el desminado es una de las pocas oportunidades para que las mujeres ganen dinero”, afirma.
En el 2019, las mujeres que conforman el primer equipo de desminado fueron nominadas por la Asociación de Control de Armas para el Premio a la Mejor Persona del año. Por sus tenaces esfuerzos que visibilizan el “empoderamiento” de la mujer en el país. “Demostramos que las mujeres pueden trabajar tan duro como los hombres, que somos iguales a ellos”, expresa con orgullo Rezaye.