Las más de 300.000 muertes por coronavirus en Brasil son “el mayor genocidio” en la historia del país, denunció este viernes 26 de marzo el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, considerando que el actual mandatario, Jair Bolsonaro, tendría que “pedir perdón” por ello.
“El martes, 3.158 personas murieron por COVID-19 en Brasil. Este es el mayor genocidio de nuestra historia. Nuestra atención no debe centrarse en las elecciones del año que viene, sino en la lucha contra el virus y la vacunación de la población. Tenemos que salvar a Brasil del coronavirus”, dijo Lula, en una entrevista con el semanario alemán Der Spiegel.
Brasil es el país con mayor número de muertes por COVID-19 después de Estados Unidos. Además, más de 12 millones de brasileños se han infectado con el coronavirus, entre ellos Bolsonaro, presidente de ultraderecha muy escéptico ante los peligros que genera este virus.
El jueves 25 de marzo, además, el gigante sudamericano registró por primera vez 100.000 nuevos contagios en un día.
“Un presidente no puede saberlo todo, pero él (Bolsonaro) debería tener la humildad de consultar a las personas que saben más que él”, opinó Lula, de 75 años, que puede ser candidato en las elecciones presidenciales del año que viene, tras recuperar sus derechos políticas después de que las condenas por corrupción en su contra fueran anuladas por un vicio de forma. Lula siempre se declaró inocente de esas acusaciones.
El jueves 25 de marzo, además, el gigante sudamericano registró por primera vez 100.000 nuevos contagios en un día. Foto: AFP
Según el exmandatario, Bolsonaro debería “reunirse con científicos, médicos, gobernadores y ministros de Salud para poner en marcha un plan para derrotar al COVID-19”.
Bolsonaro, aunque use mascarilla, “no se toma en serio al COVID-19”, insistió Lula.
“No cree en las vacunas, gastó una fortuna en un medicamento llamado hidroxicloroquina aunque está demostrado que no servía”, ahondó, sin escatimar críticas contra Bolsonaro.
“Durante un año nos contó mentiras. Durante un año provocó a todos los que no estaban de acuerdo con él”, agregó.
“Si tuviera un poco de grandeza debería pedir perdón a las familias de los 300.000 muertos por coronavirus y a los millones de infectados”, opinó.
Esta semana, Lula obtuvo una nueva victoria cuando la justicia concluyó que el magistrado que lo juzgó actuó con “parcialidad”.
“Es responsabilidad nuestra, de los brasileños, parar a este hombre y restaurar la democracia en el país”, dijo el expresidente, porque “jamás en nuestra historia tuvimos un presidente tan irresponsable”.