A diferencia de algunos países en Latinoamérica, España ha decidido frenar las restricciones contra el coronavirus que ya tenía previstas para las fechas de Semana Santa. El Gobierno central había decretado endurecer las limitaciones vigentes; sin embargo, este miércoles 24 se decidió desistir de estas acciones.
Las medidas que actualmente rigen en España para la Semana Santa incluyen el cierre de cada región y un toque de queda desde las 11.00 p. m. hasta las 6.00 a. m. Asimismo, si bien está permitidas las reuniones, estas solo se pueden dar en espacios abiertos y con un máximo de 6 personas.
Mediante una rueda de prensa, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, indicó que habrá un despliegue policial de hasta 64. 000 agentes desde el 26 de marzo hasta el 9 de abril.
Esto servirá tanto para que se cumplan las medidas como para controlar el tráfico e impedir el cruce perimetral entre regiones. Las medidas vigentes tienen como objetivo evitar un aumento de casos como el ocurrido tras la semana de Navidad y una posible llegada de una cuarta ola de contagios.
Hasta el momento, España muestra una tasa de 132 casos de contagio por cada 100.000 habitantes durante las últimas dos semanas. A eso se le suma más de 74.000 fallecidos y más de 3 millones de casos positivos desde que inició la pandemia.
La decisión de no endurecer las medidas restrictivas en este país entra en contraposición a lo trabajado en los países sudamericanos como Uruguay, donde si habrá una cuarentena focalizada. Además, de que se ha dispuesto el cierre de colegios, gimnasios y toda oficina pública que no sea de vital importancia.