Lejos de la escena pública y en una burbuja de discreción. Así vive Xi Mingze, la única hija del presidente de China, Xi Jinping. En mayo de 2014, la heredera de uno de los hombres más poderosos del mundo se graduó en la Universidad de Harvard, pero solo 10 personas, entre profesores y amigos presentes en el auditorio, sabían quién era.
Nacida en 1992, Xi Mingze cursó la carrera de Psicología y Literatura inglesa escondida bajo un pseudónimo. Aparte de algunos detalles biográficos básicos, se sabe muy poco sobre la hija del mandatario chino y su segunda esposa, la cantante de folk Peng Liyuan.
Protegida por el aparato censor del régimen y rodeada las 24 horas por guardaespaldas chinos, su privacidad está celosamente protegida por su padre. Incluso el FBI también envió un personal adicional para protegerla en secreto, asegura The China Times.
La joven —bautizada por su abuelo, el revolucionario comunista y exfuncionario estatal Xi Zhongxun— no utiliza ninguna plataforma social. De acuerdo al diario asiático, Xi Mingze tiene “fama de ser una chica discreta y tolerante, que cuenta la lectura y la moda entre sus pasatiempos”. La razón del pseudónimo era para no recibir “tratos especiales” y pasar desapercibida.
En 2015, cuando regresó a Pekín tras su graduación, hizo su primera aparición pública junto a sus padres desde que Xi Jinping asumió el poder en 2013 en la remota aldea de Yanan, para ofrecer saludos del Año Nuevo Lunar a los lugareños.
Yanan es el territorio donde el presidente, su padre, comenzó su carrera política en la década de 1970 después de ser enviado allí para un período de “reeducación” de seis años. Además, la ciudad es apodada como la “cuna de la revolución roja”.
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Desde entonces, Xi Mingze ha mantenido en gran medida un perfil bajo, y como miembro de la generación más joven de la llamada “nobleza roja” descendiente de los líderes de la Revolución Comunitaria, todavía no está claro si algún día entrará en la vida pública.
En octubre de 2019, cuando la guerra comercial entre China y Estados Unidos se tornaba cada vez más tensa, The Epoch Times informaba que la joven había regresado silenciosamente a Washington para realizar su postgrado. Xi Mingze, “a quien le gusta la libertad”, se sentía agobiada en el gigante asiático, aseguró el medio.
“Por amor a ella, (su padre) Xi Jinping fue persuadido para que la dejara regresar a la escuela en Massachusetts (EE. UU.), donde había disfrutado sus años de licenciatura", zanja el periódico.