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España entra a la “nueva normalidad”: en qué consiste y qué medidas adoptarán desde ahora

El gobierno español anunció que la “nueva normalidad” estará vigente hasta que se derrote a la COVID-19. Por ello, el ministerio de Sanidad explicó los pilares de esta nueva convivencia.

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La nueva normalidad obliga a usar la mascarilla a una distancia de 1,5 metros. (Foto: Hispanidad)

España entra a una nueva etapa postcoronavirus luego que el gobierno de Pedro Sánchez aprobara este martes 9 de junio el Real-Decreto Ley de nueva normalidad. Este entrará en vigencia en cuanto se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y que reemplazará al estado de alarma.

Por su parte Salvador Illa, titular de Sanidad, explicó los pilares del nuevo decreto, que introduce algunos pequeños cambios respecto al primer borrador, aunque nada sustanciales.

La nueva normalidad regula la conducta de los ciudadanos en convivencia con la COVID-19. Se aplicará en toda España una vez que termine la alarma y estará vigente hasta que el Gobierno declare la finalización de la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia.

¿Cuándo iniciará la nueva normalidad en España?

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, advirtió que el 21 de junio toda España estará en condiciones de acceder a la nueva normalidad y con ello se levantará el estado de alarma.

"Esperemos que no se revierta ninguna situación. No nos temblará el pulso para tomar decisiones en defensa de la protección de la salud de los ciudadanos”, resaltó el funcionario.

Con respecto a las comunidades autónomas, Illa recordó que son los presidentes quienes tienen pleno gobierno de sus territorios y pueden decidir sobre movilidad y fin de la alerta.

“Si se levanta el estado de alarma podrá haber movilidad sin restricción”, señaló. Asimismo, insistió en la responsabilidad de los ciudadanos para cumplir las normas de seguridad y protección.

¿Cuáles son las nuevas medidas de la nueva normalidad?

España tendrá que acostumbrarse a la nueva normalidad, a pautas de relación y comportamiento social muy parecidas a las de la desescalada, según el nuevo decreto del gobierno.

Distancia de 1,5 metros

La distancia interpersonal de seguridad será de 1,5 metros, pese a que inicialmente el borrador del decreto estipulaba una medida de “entre 1,5 y 2 metros”.

Esta medida ayudará a muchos sectores económicos duramente castigados durante esta crisis y permitirá contribuir a la recuperación económica mientras se mantienen medidas imprescindibles de prevención sanitaria, según declaraciones de Ila, ministro de Sanidad.

Uso de mascarilla

El uso de mascarilla será obligatoria, además de guardar la distancia física de 1,5 metros.

La demanda de mascarillas se disparó hasta un 10.000 por ciento en España. (Foto: Expansión)

No será exigible en los ciudadanos con dificultades respiratorias y aquellos que tengan algún tipo de discapacidad que impida retirarse esta prenda facial por sí mismos. Tampoco será requisito cuando se practique deporte individual al aire libre.

Su incumplimiento acarreará una multa de hasta 100 euros.

Lavado de manos y medidas de higienes en espacios públicos y privados

El lavado de manos frecuente y la higiene en espacios públicos y privados no decaerán en los próximos meses.

Por ello, el decreto establece unas medidas mínimas de prevención e higiene en distintos espacios como centros de trabajo, establecimientos sanitarios, residencias de mayores, centros docentes, locales comerciales, hoteles y alojamientos turísticos, bares y restaurantes, equipamientos culturales, espectáculos públicos, instalaciones deportivas y otros sectores.

Asistencia a eventos deportivos

El público podrá volver a los partidos de La Liga de fútbol o de la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) si lo autoriza el Consejo Superior de Deportes (CSD), previa consulta al organizador de la competición, de Sanidad y de las comunidades autónomas.

Transporte público

En el ámbito de los transportes, los operadores tendrán que mantener los registros de los pasajeros con el correspondiente asiento preasignado con un tiempo mínimo de cuatro semanas. De esta forma se busca garantizar el rastreo de las personas que podrían ser casos positivos de la COVID-19.