EFE
La vacuna contra el ébola ha permitido una “aceleración sin precedentes” en el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19, que la farmacéutica Janssen planea entregar en 2021, dijo Josué Bacaltchuk, vicepresidente de Asuntos Médicos de América Latina de la multinacional estadounidense.
El médico de origen brasileño subrayó que los tiempos para el desarrollo de una vacuna, normalmente de 5 a 7 años, se van a acortar a 13 meses, en gran parte porque la empresa cuenta con la “plataforma tecnológica” desarrollada para el ébola, que ocasionó la muerte de más de 11.300 personas en África Occidental entre 2014 y 2016, año en que la OMS declaró el fin del virus, exactamente el 14 de enero.
Bacaltchuk resaltó que esa tecnología “está basada en un vector viral, un adenovirus atenuado, al que solo se le cambia la parte del virus específico, en este caso el nuevo coronavirus”.
Con una inversión que supera los 1.000 millones de dólares, Janssen, una filial de Johnson & Johnson, comenzó en enero pasado el desarrollo de la vacuna contra el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2 o Covid-19) en colaboración con BARDA (Biomedical Advanced Research and Development Authority), un organismo gubernamental.
La compañía se siente tan segura de la vacuna en desarrollo que incluso va a producir a “escala comercial global” 1.000 millones de dosis al mismo tiempo que lleva a cabo los estudios clínicos en humanos, previstos para setiembre próximo.