Vicegobernador sugiere que dejen morir a ancianos por coronavirus, pero que salven la economía
Dan Patrick, funcionario de Texas, dijo que hay adultos mayores, como él, dispuestos a sacrificarse por la economía del país. “Pensamos en nuestros hijos y nietos”, señaló.
El republicano Dan Patrick, vicegobernador de Texas (Estados Unidos), aseguró que hay adultos mayores, como él, dispuestos a sacrificar sus vidas para salvar la economía del país en plena pandemia.
El funcionario indicó que la población de ancianos, que según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades están en mayor riesgo de coronavirus (COVID-19), pueden cuidarse a sí mismos y desean un “buen futuro económico” para sus nietos.
“A mí nadie me ha preguntado si, como ciudadano mayor, estoy dispuesto a jugarme mi supervivencia a cambio de mantener a los Estados Unidos tal y como es para nuestros hijos y nuestros nietos. Porque mi respuesta es que sí, que estoy dispuesto”, dijo Dan Patrick, de 69 años, a Fox News.
“Mi mensaje es que debemos volver al trabajo, volvamos a vivir, seamos listos acerca de todo esto y los mayores de 70 ya cuidaremos de nosotros mismos. No sacrifiquen el país, no sacrifiquen el gran sueño americano”, siguió.
El republicano sostuvo que esto, desde luego, no lo “hace más noble ni más valiente, nada de eso”.
"Creo que hay muchos más abuelos que se sienten como yo ahí afuera”, añadió.
“¿Está diciendo que hay peores cosas que morir por coronavirus?”, le replicó el periodista Tucker Carlson, a lo que Patrick respondió: “Sí".
Según él, que cumplirá 70 años en una semana, los adultos de esa edad o más podrán cuidarse por sí mismos ante el coronavirus (COVID-19). “No sacrifiquen el país”, pidió.
Estas declaraciones fueron criticadas por el gobernador de Nueva York (Estados Unidos), Andrew Cuomo.
“Mi madre no es sacrificable”, le recriminó Cuomo, a quien sus conferencias de prensa diarias han convertido en un líder nacional en tiempos de crisis.
Los expertos en salud han dejado en claro que el coronavirus (COVID-19) representa un peligro particular para los pacientes mayores, de 60 años de edad y mayores, que enfrentan el mayor riesgo de enfermedad grave o muerte por la rápida propagación.
Afirman que, a menos que los ciudadanos sigan limitando drásticamente la interacción social (quedarse en casa del trabajo y aislarse), la cantidad de infecciones abrumará el sistema de atención médica de Estados Unidos, como sucedió en Italia.
