AFP
Fingiendo ser policías, con camionetas falsas y sin disparos, víctimas ni detenidos: en solo dos minutos y medio, una cuadrilla perpetró uno de los más sonados robos de la historia de Brasil, con un botín de 718 kilos de oro y metales preciosos valorado en cerca de US$ 30 millones.
La acción, grabada en video por las cámaras de seguridad, fue el jueves en la terminal de cargas del aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo. Ayer, la policía buscaba respuestas. Y a los ladrones.
“La empresa transportadora de valores tenía tres camiones haciendo la escolta, pero estamos tratando de entender esa operación dentro del aeropuerto, cómo funcionó, dónde estuvo el fallo”, dijo un oficial del Departamento Estatal de Investigaciones Criminales.
"Eran nueve o diez los que participaron en todo la operación (...). Estaban bien organizados. Con toda seguridad, no fue su primer robo", agregó.
Hacia las 2:30 de la tarde, llegaron a la terminal dos camionetas negras con adhesivos dorados para imitar los carros de la Policía Federal (PF), y una de ellas ingresó en el galpón.
Del vehículo bajaron varios encapuchados y armados con fusiles, vestidos con trajes negros e insignias similares a los de la PF. Llevaban un rehén, un funcionario de la terminal que fue interceptado el miércoles con una ambulancia falsa mientras conducía y fue retenido junto con seis parientes –incluidos cuatro niños– en su casa para obtener información privilegiada sobre el lugar del asalto.
Los atracadores ordenaron a los empleados colocar la carga en la caja de la camioneta con una máquina elevadora y otros paquetes de menor porte en la cabina del vehículo.
Salieron sin problemas, abandonaron los vehículos en un depósito de construcción y liberaron a los rehenes.
Por su magnitud y su minuciosa preparación, la prensa compara este robo con la exitosa serie de Netflix "La casa de papel", sobre una banda de ladrones y su espectacular atraco a la Fábrica de Moneda de Madrid.
La Policía Civil valoró el botín (oro y metales preciosos en 31 maletas) en US$ 29,2 millones. Los valores iban a ser despachados a Estados Unidos y Suiza. Todavía no transcendió el nombre de los propietarios de la carga. Según la prensa local, la empresa aseguradora estaría ofreciendo US$30 mil de recompensa por informaciones.