La camioneta donde iba el presidente Castillo fue interceptada a la altura del cruce de las avenidas Garcilaso de la Vega y España. En su vehículo lo acompañaban su esposa Lilia Paredes, su hija y el ex primer ministro Aníbal Torres. De ese modo, se acabó el sueño antidemocrático del chotano.
Foto: Félix Contreras/La República
La policía actuó con mucha rapidez y detuvo a la comitiva.
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Una versión, muy difundida, es que un ciudadano interrumpió con su auto la marcha presidencial. Castillo no pudo eludir a la justicia.
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El vehículo con Pedro Castillo en su interior ingresa a la Prefectura de Lima, en la avenida España. Tuvo custodia permanente.
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Aníbal Torres pone su firma. En la Región Policial Lima indicó que asumía la defensa técnica del caído expresidente. Fue el epílogo de una intensa jornada que puso en zozobra a nuestra democracia.
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