Situación. Dos meses después de los desbordes de los ríos Rímac y Huaycoloro, muchas de ellas salen adelante sin un empleo formal, hijos con discapacidad y bajo una carpa.,Madres de Chosica celebran su día en medio de urgencias ,Madres de Chosica celebran su día en medio de urgencias ,Las celebraciones por el Día de la Madre les llegaron en un momento complicado a muchas mamás de las zonas de Chosica. Ellas soportaron el duro golpe de la naturaleza en marzo, cuando se desbordaron, en repetidas veces, los ríos Rímac y Huaycoloro. Y tuvieron que organizar ollas comunes. Ahora les toca cargar con las consecuencias del desastre y las responsabilidades propias de una madre. Norma Guillén Robles (44) refleja la valentía de aquellas madres que no se amilanan con las secuelas de los desastres y deciden salir adelante sin importarles el cómo. PUEDES VER: Chosica: Reportan nuevos huaicos en quebradas Libertad, Carosio y California | VIDEO A pesar de que se quedara sin su pequeño negocio de lavado de autos, por la construcción del nuevo puente Tumi –el anterior fue arrasado por las aguas del río Huaycoloro –, en la avenida Las Torres, ahora se dedica a la venta de verduras en un mercado cercano. Con su esposo Marcelino Rosales (51), sin empleo, ella tiene que 'parar la olla' y educar a los hijos, que empezaron sus clases escolares. Norma no aprendió a leer ni escribir, pero se encuentra preocupada por su menor hija Marelín (13), pues no desea que siga su misma suerte. Mary, como la llama, sufrió a temprana edad un cuadro de meningitis, que le causó una fiebre severa, cuya consecuencia fue una complicación en el área del lenguaje del cerebro, pues hasta el momento no logra articular las palabras ni escribirlas correctamente. No tan lejos de este lugar, en la carretera que será la ampliación de la autopista Ramiro Prialé, se encuentra sola y en una carpa Dionisia Casallo Ramírez (63). Tres de sus hijos salieron a tempranas horas de ayer a trabajar, para así recuperar las horas perdidas durante los días de huaicos, en la zona de Carapongo. "Mi primera hija Edith sufre de artritis desde los 6 años. Los voluntarios de la Congregación de Testigos de Jehová tuvieron que llevársela a un lugar mejor porque aquí el colchón prestado por la Municipalidad de Lima es muy duro para ella", explica. Similar caso at raviesa Irene Sánchez Raucana, madre soltera, que tiene que sacar adelante a sus dos hijos enfermos de distrofia muscular. "Tampoco puedo visitar a mi madre, pues aquí no hay con quién dejar mis cosas", menciona mientras los alimenta.