Ken Takahashi. Investigador del Instituto Geofísico del Perú. Especialista en física del clima. Fue coordinador del Comité Nacional Multisectorial encargado del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN) durante los años 2015-2016.,Ken Takahashi explica que el fenómeno El Niño de este año no se pudo predecir sino hasta dos semanas antes porque estuvo más vinculado a los vientos del norte que trajeron aguas calientes del Ecuador. Sostuvo que en el Perú lo que hacemos es prepararnos para el evento de forma inmediata, en lugar de prevenir, lo que implica una política de Estado. Usted lleva investigando el fenómeno El Niño desde hace varios años, ¿cómo ha sido su evolución en el Perú? PUEDES VER: IGP lanza aplicativo para informar sobre sismos en tiempo real Los peruanos hemos definido siempre a El Niño como un calentamiento anormal en la costa. A fines del siglo XIX ya había reportes de la comunidad científica peruana de una corriente cálida que en época de lluvias venía desde Ecuador hasta la costa norte de Perú, a La Libertad por lo menos. Luego, los científicos a nivel internacional lo relacionaron con el calentamiento del Pacífico Central y empezaron a llamarlo también El Niño. Pero hay momentos, como ocurre ahora, en que el mar solo se calienta en nuestra costa y por eso, para distinguirlo, lo hemos llamado El Niño costero. ¿Es posible que ambos puedan coincidir? Sí, eso ocurrió en 1998, en que se dio El Niño costero y El Niño del Pacífico Central, que afecta diferentes regiones del planeta. Este año solo está caliente en nuestra costa, por eso para la comunidad científica internacional no hay un Niño este año. ¿Se puede predecir a fin de minimizar su impacto? Para otros países es cada vez más claro que cada evento de El Niño es diferente. Por ejemplo, entre los fenómenos de 1983 y 1998, que tuvieron ambos impactos muy fuertes en Perú, hay diferencias notables en cómo se desarrollaron. El de 1983 fue mucho más difícil de pronosticar, no solo porque la ciencia no haya estado tan desarrollada entonces, sino porque la costa comenzó a calentarse recién en agosto del año anterior, mientras que en el otro caso empezó temprano, en mayo de 1997. ¿Cómo es un Niño típico? No hay. En 1982 salió un informe que señalaba que un Niño típico comienza con calentamiento en la costa, que luego se va esparciendo hacia el oeste, pero ese año empezó al revés. Además, los fenómenos de 1983 y 1998 son casi únicos en su especie, y ambos difieren mucho entre sí. En 2015 empezamos parecido a 1997, con una masa de agua caliente que venía hacia nosotros. Se pensó que vendría un Niño al año siguiente, pero como los vientos alisios estaban fuertes, no ocurrió en el nivel de 1998. Este año el comportamiento del fenómeno ha sido más rápido. En 1997 y 2015 lo que teníamos era una masa de agua caliente que venía hacia nosotros y eso demora meses en llegar. La podemos ver porque hay boyas, sensores, satélites y podemos lanzar pronósticos hasta con seis meses de anticipación. ¿Y este año? Todo ha pasado en nuestras costas y de golpe. Y estuvo relacionado a vientos del norte que en dos semanas empujaron las aguas del Ecuador como en 1891 y 1925. Y no se puede predecir porque la variación de los vientos son impredecibles más allá de dos semanas. Y cuando vimos en enero que empezaba a activarse la banda de lluvias al sur de Ecuador que normalmente no ocurre hasta marzo, supimos que era similar a lo que pasó en 1925. ¿Cómo influye el cambio climático en El Niño? El cambio climático es una variación de largo plazo, y es progresivo. Uno no puede decir que un evento como el de este año responde al cambio climático, pues ya tiene precedentes en 1925. Más bien, lo que podemos decir es que El Niño varía tanto en el tiempo que es difícil decir si hay incidencia del cambio climático. No digo que este problema no afecte al Perú, pero en este caso no se le puede atribuir. Más adelante se estudiará El Niño para saber si lo está afectando el cambio climático. Usted hace una diferencia entre preparación y prevención, y señala que esta última debe ser una política de Estado. ¿Existe en nuestro país? La preparación es lo que se hace una vez que se da la alerta; la prevención es lo que se hace a través de años, cuando no está pasando nada. Después del último 'super Niño' de 1998, en la reconstrucción debió haberse tenido en cuenta la prevención, y hacer, por ejemplo, un mejor drenaje, entre otras acciones que no se pueden hacer en unos meses. Pero no se han hecho... Creo que siempre ha sido una cuestión más política que técnica. Se sabía que los impactos de El Niño de 1925 han sido muy parecidos a los de este año: se han inundado los mismos sitios, hubo huaicos en Chosica, se ha cortado el agua potable. Entonces, no ha habido un progreso y no es porque no exista la tecnología y el conocimiento, porque esto se aplica en países en donde llueve mucho más que acá y no les pasa nada. El problema es que nos olvidamos una vez que pasó el evento y hacemos como que nada pasó. La prevención demora porque requiere probablemente rehacer parte de las ciudades. Parece que los vientos alisios fríos y que modulan El Niño costero no surtieron efecto este año. ¿Qué pasó? El año 2015 tuvimos vientos fuertes frente a la costa y creemos que es parte de lo que ha detenido el calentamiento para que no sea tan fuerte como en 1998. Este año hemos tenido vientos débiles en la costa norte. Los vientos alisios normalmente cruzan la línea ecuatorial, pero este año se quedaron frente a Piura. Y la segunda banda de lluvia en esta zona ha actuado como una especie de barrera, pues ha venido el viento por la superficie del mar levantando humedad y en lugar de despejarla hacia el norte, la ha acumulado al frente y alimentado las lluvias en nuestra costa norte. El año pasado, usted mostró una gráfica en que se observan marcadas tendencias de décadas con vientos fuertes y débiles... Lo que tenemos son datos de década y media del Pacífico Norte: desde el año 76 pasamos por una fase cálida, a partir de 2000 fue fría y desde el 2014 tuvo una fase cálida, pero no sabemos si se va a mantener. Pero en el sur, casi no hay estudios porque las rutas comerciales marítimas pasan por el hemisferio del Pacífico Norte. Con colegas de Chile y de Francia estamos desarrollando un estudio con los pocos datos que tenemos, pero está en proceso aún. Eso nos ayudará a entender lo que pasa en Sudamérica. ¿Cómo se vienen los vientos en esta década? Hemos estado en una etapa de vientos fuertes desde el 2000 en adelante y a partir del año 2014 pasa lo contrario. Estamos teniendo una suerte de Niños consecutivos de manera sospechosa, pero no podemos decir que estemos en una fase cálida. Con cuatro años no se puede establecer una variedad decadal, pero es importante tomarlo en cuenta para prevenir a futuro.