¿Negligencia? Reynaldo Huamaní Huamaní fue mordido por murciélagos con rabia cuando se hallaba en la selva del Cusco. Fue enviado a la zona sin ser vacunado. Su compañero Osmar Bustamante Alanya continúa en cuidados intensivos en Lima.,La rabia silvestre se ha cobrado una nueva víctima. El sargento de primera EP Reynaldo Lusmen Huamaní Huamaní (20) falleció el último jueves en el Hospital Militar de Lima a causa de una falla multiorgánica seguida de un paro cardiaco, tras una larga lucha contra este virus que lo mantuvo internado en el área de cuidados intensivos por más de dos semanas. PUEDES VER: Caen miembros de banda que asaltó 3 bancos y mató a 5 personas en Lima Este joven fue infectado a inicios de noviembre junto a otros 14 efectivos militares cuando prestaban servicio en el centro poblado de Alto Pichas, ubicado en la provincia cusqueña de La Convención, en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). El deficiente protocolo de prevención sanitaria del Ejército permitió que este grupo de soldados acuda a la convulsionada zona militar sin ser vacunados, pese a que ya se conocía de la presencia de murciélagos en el lugar. "La norma internacional dice claramente que antes de viajar a zonas remotas de la Amazonía todos deben ser vacunados: turistas, ecologistas, petroleros, madereros y soldados. Sin embargo, no lo hicieron", cuestionó el vicerrector de investigación de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Ciro Maguiña. Cadena de negligencias De acuerdo con el testimonio de Ada Bustamante, hermana del suboficial de tercera EP Osmar Bustamante Alanya, quien hoy permanece en estado crítico en el Hospital Militar de Lima, el Ejército no brindó las facilidades para que los militares afectados reciban el tratamiento oportuno. "No le tomaron importancia, ni los médicos del lugar. Le diagnosticaron, en un primer momento, infección urinaria y le dieron un tratamiento que no venía al caso hasta que mi hermano fue empeorando en su estado", dijo hace uno días a la prensa. Un mes después de que ocurrieran los hechos en la selva del Cusco, Reynaldo Huamaní, Osmar Bustamante y sus trece compañeros fueron trasladados a la capital. Los dos primeros teñían evidentes síntomas del mortal virus, mientras que los otros efectivos permanecieron en observación hasta el 16 de diciembre, fecha en la que fueron dados de alta. En el caso de Bustamante, el Ministerio de Defensa informó que desde el 11 de diciembre es tratado con el antiviral experimental Favipiravir, tras recibir el visto bueno de sus familiares. Ahora bien, ante la evidente cadena de negligencias, el titular del sector Defensa, Jorge Nieto Montesinos, dispuso investigar la atención que recibieron los militares desde el momento en que fueron mordidos por murciélagos en el Cusco hasta su llegada a Lima. Virus es mortal Según el infectólogo Maguiña, cuando una persona es mordida por un murciélago debe acudir a un centro de salud lo más pronto posible a fin de descartar la presencia del temido virus. Por esta razón se observa al paciente durante un periodo de diez días. "En este plazo el médico evalúa si fue contagiado o no. En este periodo se le deberá colocar una vacuna antirrábica –de cinco dosis– que permitirá la expulsión del virus del cuerpo, evitando así las consecuencias letales", explicó el especialista. De no recibir tratamiento a tiempo, la rabia seguirá su silencioso proceso de incubación. De acuerdo con cada persona, la presentación de los síntomas puede tardar entre quince días y tres meses, añade el experto. Luego de ese tiempo, el infectado presentará daño cerebral, agitamiento y expulsión de saliva. Después de ambos síntomas se producirá el deceso. En otros casos la rabia puede presentarse de un momento a otro y el paciente entra en coma, luego a un periodo de agitación y posterior fallecimiento. "La rabia es 99,9% mortal. Lo único que se hace con un paciente infectado es tenerlo en cuidados intensivos. Cuando se presentan los síntomas no hay ninguna vacuna que funcione, ni siquiera un antiviral como en otras enfermedades. Por eso es importarte la vacunación", concluyó Maguiña. Tras la muerte de Reynaldo Huamaní, sus restos fueron llevados en un helicóptero hacia su tierra natal en el distrito de Viraco, provincia de Castilla, Arequipa. Sus vecinos lamentaron su partida.