Postura. Andrea Carrasco, del colectivo que organiza la marcha del 13 de agosto, lamenta que el desempeño de jueces no ayude en la lucha por erradicar la violencia de género.,El asesinato de tres mujeres en Trujillo y el archivamiento del caso de esterilizaciones forzadas practicadas a campesinas en varias regiones del país durante el régimen fujimorista, son los últimos hechos que han generado mayor impulso entre las organizadoras de la iniciativa #NiUnaMenos para llevar a cabo esta marcha. Así lo aseguraron las organizadoras de la movilización programada para el 13 de agosto. PUEDES VER: Coordinadora Nacional de Derechos Humanos respalda marcha Ni Una Menos “Nosotras estamos en contra de todo tipo de violencia contra la mujer. Lo que nos convoca es la ineficiencia del sistema judicial, la indiferencia e indolencia en fallos como el caso de las esterilizaciones, o el de Cindy Contreras y Lady Guillén, con penas irrisorias para sus agresores. Todo esto juega en contra de la defensa a los derechos de la mujer, en un país donde a diario se violenta a las mujeres y se les mata”, señala Andrea Carrasco, una de las voceras del grupo. La representante lamenta que existan muchas mujeres en el país que por años han esperado justicia por haber sido esterilizadas sin su consentimiento, y que el Poder Judicial no castigue estos hechos ni a sus autores. “Si bien es un eslabón más en la cadena, por todos estos hechos creo que hoy el Poder Judicial es el enemigo de las mujeres”, indica Carrasco. Políticas concretas ya El pronunciamiento del presidente Pedro Pablo Kuczynski sobre igualdad de género, rechazo a la violencia contra la mujer y el respeto a las minorías, fue tomado bien por el grupo Ni una menos-Perú. “Es importante a pesar que haya sido una mención escueta, porque eso envía un mensaje a la sociedad en esta coyuntura. Pero queremos que se concrete en acciones reales, que no solo esté en el papel, sino en la acción”, expresó la vocera. Por su parte, Julissa Mantilla, abogada especialista en temas de género, sostuvo que mientras no se luche directamente reconociendo que ante la violencia contra la mujer nos encontramos en una situación de emergencia, todo cambio resulta nulo. “El mensaje del Presidente tiene que traducirse en políticas específicas y no solo aumentando las penas, sino, por ejemplo, incluyendo la violencia contra la mujer como un real problema de inseguridad”, sentenció.