Libro. Son casi 200 años de memorias de un clan familiar que formó parte de las transformaciones de una nación. Dejaron su huella desde el incanato hasta la república. ,Elízabeth Gamarra Arequipa Desde la época del Tawantinsuyo hasta la República, los portadores del apellido Choquehuanca han tenido un papel importante en la historia del Perú. Ahora, uno de sus descendientes se ha dado a la tarea de recopilar las vicisitudes de sus más intrépidos ancestros. El Templo de Oro y los Choquehuanca, Bicentenario de la Independencia Nacional, Los Choquehuanca como actores políticos es el extenso título del libro escrito por Fortunato Turpo Choquehuanca, descendiente de esta estirpe que tiene sus raíces en Azángaro, Puno. En el libro se destaca por ejemplo a José Domingo Choquehuanca, desciende en línea directa de la realeza incaica del Cusco, quien destaca por dedicar uno de los mejores discursos a Simón Bolívar y a la corriente liberadora que éste lideró en Pucará - Puno, el 2 de agosto de 1825 frente a una delegación de cien personas. "Quiso Dios, de salvajes, formar un gran imperio y creó a Manco Cápac; pecó su raza y lanzó a Pizarro. Después de tres siglos de expiaciones, ha tenido piedad de la América y os ha creado a vos. Sois pues, el hombre de un designio providencial. Nada de lo hecho hasta ahora se asemeja a lo que habéis hecho, y para que alguno pueda imitaros será preciso que haya un mundo por libertar". José Domingo Choquehuanca, quien fue senador de la República (diputado de la junta departamental de Puno), es parte de un linaje de personajes acaudalados y cultos que agrupa la familia oriunda de Azángaro. En 1624, Diego Choquehuanca II (abuelo de José Domingo Choquehuanca) fundó el Templo de Oro de la Virgen de la Asunción de Azángaro. Aportó en la construcción y ornamentación de plata y oro invaluable, con cuadros de la escuela cusqueña. En la actualidad, la iglesia está en perfecto estado porque fue edificada con barro mezclado con lana de oveja, y aún conserva el arte churrigueresco y barroco. Durante la colonia, el poder económico y político de los Choquehuanca siempre estuvo del lado de la monarquía. Ligados a Carlos V y Carlos III, reyes de España, su riqueza les dio estudios para conseguir después altos cargos. Otro miembro destacado de esta familia es Gregorio Choquehuanca (padre de José Domingo), nacido en Ayaviri - Puno. Fue rector de la Pontificia Universidad de Charcas en Bolivia y prior canónico de la Iglesia Metropolitana en el mismo lugar. Dionisia Choquehuanca fue monja en el Monasterio de Santa Catalina de Arequipa. Para entrar al convento, las jóvenes debían tener una buena dote (aporte económico de una familia influyente). Los Choquehuanca tenían 14 haciendas y un fuerte poder económico en Azángaro. Posteriormente, aportaron en la emancipación del Perú y se alejaron de la corona española. El cambio se dio cuando Túpac Amaru arrasó con sus haciendas. En el levantamiento, María Choquehuanca murió ahogada. Luego se convirtieron en patriotas, primero por miedo y después por convicción política e ideológica. Manuel Isidoro Velazco Choquehuanca luchó en favor de la independencia. Estos son algunos de los personajes y relatos plasmados en el libro, que básicamente “es la recopilación de la historia familiar de los Choquehuanca”. Las fuentes que utilizó el autor para crear este libro son los testamentos, litigios, procedimientos judiciales y testimonios, así como los periódicos La Bolsa y El Deber de Arequipa, que escribieron sobre esta familia. El texto también relata el análisis económico y social y abre el debate ante la cercanía del Bicentenario de la Independencia del Perú. Habla también de la política de descentralización del Estado, proyecto inconcluso hasta nuestros días, refiere Fortunato Turpo ♣