A foja cero. Empresario es juzgado por presunto lavado de activos proveniente del tráfico de drogas. Fiscalía pidió la nulidad de juicio desde agosto pero se la negaron. Recién en segunda instancia se le dio la razón al Ministerio Público.,La Sala de Apelaciones de la Corte de Justicia de Tacna, a través de la resolución Nº05 de fecha 21 de noviembre del 2016, declaró nulo y sin efecto el juicio oral que se seguía al empresario César Cataño Porras por el presunto delito de lavado de activos (tráfico de drogas). PUEDES VER: Estafaron hasta la Policía y Fiscalía César Cataño, antes Adolfo Carhuallanqui Porras (su primer nombre antes de cambiárselo), es acusado de usar sus empresas importadoras de autos usados como fachadas para justificar sus movimientos financieros. Trabajadores y familiares fueron inscritos como dueños de varias de las empresas que operaban en Tacna. En el 2009, la Procuraduría Antidrogas del Ministerio del Interior halló un desbalance patrimonial de US$ 42 millones. Siete años tomó el proceso de investigación hasta llegar por fin al juicio en el cual se pide 25 años de cárcel para Cataño y los más de diez coimputados en el caso. Hoy el proceso se quebró a pedido de la Fiscalía Especializada en Delitos de Tráfico de Drogas. El juicio se inició en junio del 2016 y en agosto la Fiscalía pidió la nulidad argumentando que se infringió el debido proceso. FALTA DE JUECES La razón del pedido de nulidad se debe a que se contravino el inciso 2 del artículo 359 del Código Procesal Penal, el cual señala que el juicio se debe llevar a cabo con la presencia ininterrumpida de los jueces, salvo que ello ocurriera por una sola vez. En el juicio de Cataño hubo dos ausencias. La Fiscalía sostiene que peligraba el proceso con jueces que no tenían conocimiento amplio del caso. La primera falta fue del juez Pepe Alvarado Gonzales, quien se inhibió del proceso y fue reemplazado por Jorge Machicao Tejada. El segundo reemplazo ocurrió cuando el juez que preside el Colegiado, Javier Salazar, se ausentó por una capacitación. Ocupó su lugar por única vez el juez Huver Machaca. A pesar del pedido pendiente de nulidad, el Colegiado continuó con las audiencias hasta ayer, en que informó del quiebre del proceso. Aunque el Ministerio Público recibió la noticia con satisfacción, también existió molestia, pues durante cuatro meses presentaron pruebas y testigos en vano. La defensa de Cataño y los coimputados conocen ahora la estrategia y debilidades de los argumentos de la Fiscalía. En una entrevista anterior, Cataño acusó a la Fiscalía de querer quebrar el proceso por temor a perder el juicio. "Si me van a sentenciar, que lo hagan de una vez. Pero que se resuelva de una vez", declaró, victimizándose. Cabe precisar que en primera instancia el pedido fue declarado improcedente por el Colegiado (jueces) que atiende el caso. Esta decisión no fue aceptada por la procuradora del Ministerio del Interior, Sonia Medina, quien apeló. Finalmente, los jueces superiores le dieron la razón a Medina, revocando la resolución anterior y ordenando un nuevo juicio oral.