Ex Procurador Público Anticorrupción del Consejo de Defensa del Estado. Entrevista,El ex procurador anticorrupción Joel Segura realiza un balance sobre los logros y limitaciones que afrontó durante su gestión que acabó el pasado 29 de setiembre , luego de que la ministra de Justicia aceptara la renuncia que él de modo voluntario presentó a su despacho en agosto pasado. ¿Usted presentó su renuncia por la presión que ejercieron los fujimoristas al nuevo gobierno para que lo saque? Hubo bastante presión del fujimorismo por los casos que no cierran del régimen antiguo. Salieron varios congresistas a cuestionar el porqué seguía y yo no tenía intención de aferrarme al cargo. Si no presenté mi carta de renuncia el mismo 28 de julio era porque me interesaba presentar a la ministra de Justicia el estado de la Procuraduría y la lucha contra la corrupción. Trabajar en la procuraduría es desgastante por los problemas que se sufren día a día y no solo por los casos de corrupción sino también por los mediáticos a los que se tiene que hacer frente. La lucha es adentro y afuera. Una de sus detractores fue justamente la congresista Yeni Vilcatoma, su compañera en la procuraduría y quien denunció al ex ministro Adrianzén de intentar amordazar a la Procuraduría. Fue nuestra compañera de trabajo, con quien compartimos pensamientos, líneas de estrategia y opiniones legales. Ella ha inferido mucho pero creo que su cuestionamiento se debe a que no vio la realidad de la institución. En la Procuraduría se dedicaba a un caso cuando como mínimo un abogado no baja de los 100 casos. Creo que distinta habría sido su opinión si se le hubiera entregado la misma carga que el resto de abogados. Habría sabido más de los problemas que pasamos, de las necesidades de priorizar un caso. Particularmente yo no he visto la intervención del ministro, no tendría sentido porque el que dirige una investigación es el fiscal, no la Procuraduría. ¿Qué limitación tuvo la Procuraduría al luchar contra la corrupción durante su gestión? Mi evaluación general, y no solo de la Procuraduría sino también de la fiscalía, es que no hay especialistas en lucha contra la corrupción. Hay mucha limitación en temas de conocimientos y habilidades. Hay fiscales que entran siendo abogados con poca experiencia. Cuando me nombran procurador fijé varios objetivos, entre ellos mejorar la gestión, la competencia y habilidad de los abogados del Estado porque era importante que el Estado esté bien representado. Otro objetivo fue mejorar la coordinación a nivel nacional. Hay 36 sedes en el país y la coordinación con Lima era complicada por la carga de casos complejos. ¿Cuál es el balance de su gestión? ¿Se va conforme? Asumí la gestión de una institución muy compleja y complicada, en un momento donde se ponía en duda el rol de la Procuraduría. El trabajo fundamental de la procuraduría es recuperar el dinero sustraído indebidamente y buscar la reparación del daño causado por el funcionario público en el ejercicio de sus funciones. Un rol importante que nos impusimos fue tener una buena relación con la fiscalía para que cuando presente su acusación reciba nuestro aporte, y lo conseguimos. En 2015 recuperamos 13 millones de soles, una cifra muy por encima de los 3 millones del 2014. Si bien todavía no se sabe quién lo sucederá en sus funciones qué pediría que mantenga de lo que usted impulsó. Que se siga manteniendo el equipo multidisciplinario. Tenemos un asesor experto en temas de contrataciones y licitaciones con el Estado para que revise todas las obras importantes que tienen que ver con las grandes inversiones del Estado. Los abogados penalistas, procesalistas o civilistas no tienen experiencia en este tema. Hay un experto de derecho penal, personas con gran experiencia en litigio. La gente que me acompañó tiene trayectoria y especialidad porque solo así se pueden dar buenos aportes a los casos, y se tienen que construir buenos casos porque las personas acusadas por corrupción son poderosas política y económicamente, están en capacidad de contratar estudios especializados y defenderse bien. Con grandes estudios necesitas grandes abogados que asuman la defensa del Estado para tener resultados óptimos. La Procuraduría depende en gran medida de la información que las entidades del Estado le entreguen para llevar adelante su defensa. ¿Qué tanto colaboran las instituciones? Ese es un problema no solo para nosotros sino también para la fiscalía. Los periodistas tienen más acceso a información que nosotros, que debemos tener la información de primera mano y la pregunta es ¿por qué? Entre instituciones del Estado se pide mucha formalidad y sumado a la burocracia lo requerido demora meses en ser entregado. Las leyes tampoco ayudan mucho, tanto así que cuando el fiscal pide información a una institución no se le da. Se tiene que ir por la vía judicial y pedir un allanamiento para levantar información. De acuerdo al mapa de corrupción que presentó hace unas semanas se desprende que los casos desbordan en cantidad a la Procuraduría. Totalmente. En un estudio privado es un equipo quien ve un solo caso pero la procuraduría tiene un equipo para miles de casos. Aquí nos ayudó la capacidad. La Procuraduría necesita como mínimo 25 millones de soles para trabajar óptimamente y recibe 13 millones. Este nuevo gobierno ha dejado en claro que respetará la independencia de la Procuraduría, esto como respuesta a los cuestionamientos anteriores que señalaban que actuaba de acuerdo a los intereses del gobierno de Ollanta Humala. Me gusta mucho que se hable de la independencia pero el verdadero problema de la Procuraduría no es la independencia. El verdadero problema es la falta de abogados para hacerle frente al trabajo. Hay una terrible falta de personal. 160 abogados a nivel nacional cuando se necesitan 350. Hay muchos lugares donde la procuraduría no está presente. La Procuraduría tuvo una iniciativa para ubicar en qué instituciones del Estado se cometían más actos de corrupción. El Mapa de la Corrupción presentó puntos importantes como que los municipios distritales y provinciales eran las instituciones con más denuncias por corrupción, y el delito que mayor recurrencia tiene es el peculado. Esto quiere decir que en los municipios distritales y provinciales el manejo de los fondos públicos no está bien llevado. Hay funcionarios públicos que se meten el dinero al bolsillo en vez de invertirlo en bien de la comunidad. Los grandes casos, que terminan siendo emblemáticos por sus grandes robos, se encuentran en los gobiernos regionales.