Entrevista al presidente de Transparencia Internacional. Expresidente de ProÉtica. Primer procurador anticorrupción de nuestro país. Abrió más de 200 procesos judiciales contra mil 500 miembros de la red del ahora condenado Alberto Fujimori y su asesor Vladimiro Montesinos., El primer procurador anticorrupción está insatisfecho con las propuestas de los candidatos presidenciales en esa materia. "Han caído en el simplismo y en las generalidades de repetir lo que hace años se viene diciendo, aquello de la muerte civil y la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción", lamenta y agrega que lo que se requiere es un plan integral, global e intensivo. El tema de la corrupción sigue siendo álgido en nuestro país; ahora mismo, incluso como parte de la campaña electoral... Es un tema central, hemos visto las consecuencias que esto ha tenido desde el inicio del proceso y cómo se ha enrarecido el aire electoral con candidatos que están presos por corrupción, otros que han sido excluidos por actos que están claramente reñidos por la ética y ahora, en el tramo final, nos encontramos con un incidente explosivo, como es el retiro del secretario general de uno de los dos partidos que tienen opción de llegar al poder. Que no ha sido un retiro, propiamente dicho. Claro, me refiero a un retiro voluntario de parte de la persona cuestionada que, obviamente, ha reaccionado a un pedido que no lo van a hacer público, pero seguramente los asesores de la candidata Fujimori le han dicho que eso era lo que tenía que hacerse. ¿No hubiera sido un mejor mensaje, como estrategia de campaña al menos, que ella misma lo separe? Bueno, lo mal jugado para mí es la oportunidad. Esto debió hacerse inmediatamente se supo la noticia. Han esperado tres días, además han salido en una defensa cerrada, minimizando evidencias que no son poca cosa. El hecho de que exista una especulación en curso en la DEA y que también en el Perú haya una investigación fiscal avanzada, con más de dos años de existencia, revela que fue una torpeza haber puesto a una persona con esos antecedentes en un puesto tan significativo como el de secretario general. La falta de reacción expresa el compromiso que tiene el partido por haber recibido fondos de esa persona. Yo no encuentro otra razón para que hayan salido con una defensa tan cerrada, corriéndose el riesgo de que mañana se filtre una información en la que se acredite que este señor es responsable y el partido termine contaminado. Para mí, el elemento central no es, como se ha querido pretender desde ese partido, si la candidata Fujimori dio o no dio los 15 millones. ¿Sino? El tema relevante es por qué una candidata con primera opción a la presidencia de la República sale a hacer una defensa cerrada de un personaje que está claramente cuestionado y no atiende la sensibilidad del tema, sobre todo en un país donde se ha demostrado que el crimen organizado tiene un impacto severo en la política. Además que las explicaciones que ha dado Keiko Fujimori se caen a pedazos. ¿Es posible recibir dinero de alguien y no tener idea del origen de su fortuna? La forma en que se han conducido, en general, es una forma torpe. En primer lugar, si no hubiera nada que ocultar, por qué no allanarse a la investigación, por qué decir que no va a levantar su inmunidad a menos que un juez se lo pida. Si en realidad este señor no tiene nada que ocultar, para evitar las consecuencias que esto está generando –yo estoy seguro de que todo esto va a tener un impacto en el electorado–, ha debido voluntariamente levantar su inmunidad, someterse a las investigaciones y no salir con argumentos realmente incomprensibles, como que el formulario no tenía la suficiente cantidad de líneas como para incluir todo su patrimonio. Hay aquí una historia que tiene que ser explicada y no basta el argumento de “como soy cholo con plata, soy sospechoso”. Aquí tiene que establecerse desde el punto de vista técnico, contable y financiero, cómo una persona con patrimonio cero llega a tener más de 35 propiedades, 40 automóviles y bienes suntuosos. Eso tiene que explicarse en el contexto de una investigación. ¿Es posible, como dicen en el fujimorismo, que esto sea parte de una guerra sucia? ¿Que Kuczynski esté orquestando todo esto con la DEA? A mí me parece, a estas alturas, que eso es inverosímil. Sostener que esto ha sido digitado por el otro candidato que tiene la capacidad de movilizar a Univisión y a un periodista tan prestigioso y serio como Gerardo Reyes, me parece que es una versión que no tiene ningún asidero y tampoco creo que a estas alturas la DEA se preste a una manipulación electoral, a tal punto que tan pronto se lo ha pedido el partido de la señora Fujimori, ellos han expedido una constancia expresando que ella no está involucrada en esa investigación. Lo que no significa que ella o su partido puedan terminar involucrados en el caso. Claro. Una investigación es una pesquisa que se va trabajando sobre hipótesis y elementos indiciarios que ya han llegado a conocimiento de la autoridad y, por lo tanto, en el proceso dinámico se puede incluir más hechos y más personas. Nada descarta que, efectivamente, pueda existir ese audio (en el que se menciona a Keiko Fujimori). Pero aún si existiese ese audio, tendría que confirmarse que no solamente es un dicho del señor Ramírez, si no que eso tiene una correspondencia con la realidad. Ramírez es investigado por la Fiscalía desde el 2014. ¿Cuál es la gravedad que le suma esta investigación de la DEA? El hecho de que haya una agencia policial internacional o de otro país involucrada en el tema evidencia la dimensión de los problemas en los que puede estar involucrado este señor. Es decir, no solo ha violado leyes en el Perú, sino también habría violado leyes en el extranjero. De hecho, al saberse que tiene patrimonio que se sospecha que puede haber sido adquirido con dinero mal habido, habría incurrido en el delito de lavado de activos, y ese es un delito que se persigue en Estados Unidos. Lo que aporta el hecho de que estaría siendo investigado por la DEA es que estamos hablando de una persona que habría incurrido en actos criminales a nivel internacional. Es imposible no pensar que esta relación del fujimorismo con el narcotráfico no es nueva y recordar los casos emblemáticos de los 90, como el de "Vaticano". Mire, en primer lugar el Perú es el primer productor de cocaína en el mundo y ya eso nos pone en una situación de vulnerabilidad frente a los problemas de narcotráfico. En el régimen de Alberto Fujimori, ya está probado, Vladimiro Montesinos jugó un papel central en los carteles de la droga para movilizar estupefacientes y, por otro lado, cobrar cupos para que esa droga pueda llegar a otros países. Hay responsables de eso, están presos, y hay, efectivamente, casos como el de Vaticano; pero no es el fujimorismo el representante exclusivo del narcotráfico, el narcotráfico va a buscar, y de hecho lo ha logrado, penetrar en todas las instancias de poder y decisión en el país. Hemos encontrado en los regímenes anteriores a otro Presidente que está cuestionado por haber refrendado la excarcelación de personas vinculadas al narcotráfico. Hemos visto también congresistas que aparecen representando intereses de esas organizaciones delictivas, e incluso candidatos repartiendo dinero en efectivo que claramente tendría como origen esa actividad. Pero esto ya es una aparición descarada.. Es una expresión de indiferencia respecto de las consecuencias que eso podría traer. Una persona que tiene esas investigaciones en curso no puede aspirar a tener ese nivel de representación política, es sumamente delicado. Y nadie está diciendo que sea culpable o no, pero si quiere tener una participación pública debe aclarar primero estas investigaciones que, además, no han contado con la participación proactiva del investigado, sino más bien ha dicho que no las va a aceptar hasta que haya órdenes judiciales compulsivas, lo que hace prever que hay algo que ocultar. Ha dicho que cree que este caso debe tener "un impacto" en el electorado. ¿Qué pasa si nos equivocamos, recordando que el 75% de los peruanos tiene "tolerancia con la corrupción"? Bueno, si no hay ese impacto quiere decir que la sociedad peruana está más enferma de lo que parece, porque yo creo que hay que distinguir la indiferencia de la ciudadanía frente a temas de corrupción, de su reacción cuando estamos hablando de narcotráfico. Me parece que lo ocurrido con la candidatura de Alan García, que ha sido en su momento acusado él o su entorno de estar vinculado a actividades de tráfico de drogas, le significó un costo político. Y quiero pensar que la población todavía mantiene un nivel de sensibilidad frente al problema que significa el tráfico de drogas en el Perú, que, como repito, ocupa un puesto líder en el mundo para esta actividad delictiva. El Perú también padece de otra actividad de orígen ilícito muy grave, como es la minería ilegal, que está generando un impacto ecológico de grandes dimensiones, y violaciones a derechos fundamentales de niñas y adolescentes que son llevadas a la prostitución, y esta es una economía subterránea que está vinculada a actos de violencia y a otro tipo de actividades graves... Y Keiko Fujimori también ha expresado un respaldo a quienes son parte de esa actividad. Bueno, a mí me llamó la atención cuando dijo que si llegaba a ser Presidente, le devolvería las dragas a los mineros ilegales. Aquí no estamos hablando de pequeños mineros, sino de grupos organizados con poder económico que están movilizando esta economía subterránea a través de actividades ilícitas. Eso es un delito y el daño que está causando al país es cuantioso. Por lo tanto, a mí sí me parece que hay una responsabilidad cuestionable a un candidato que dice que va a pactar y a retroceder en los esfuerzos que ha venido haciendo el Estado para tratar de controlar la minería ilegal. ¿Están los planes de gobierno de los candidatos a la altura de la difícil situación en esta materia? Las propuestas de ambos candidatos sobre corrupción son muy superficiales, queda claro que no le han dado la importancia que tiene el tema. Acaba de haber una cumbre mundial en Londres y se ha firmado un comunicado donde se señala que la corrupción ocupa uno de los primeros lugares en la agenda mundial y, al ser un problema que impacta en el desarrollo sostenible, tiene que ser atacado frontalmente. Por aquí no nos hemos enterado de eso y no vemos en nuestros políticos ni en la clase política un aquilatamiento de lo que esto significa para el futuro del país. ¿Qué se necesita básicamente? ¿Más leyes? ¿Más voluntad? Se requiere las dos cosas: tiene que haber voluntad política al más alto nivel y un ejemplo desde la presidencia que, lamentablemente, no hemos visto. Yo insisto en que después de la caída de Fujimori y la primavera que tuvimos con el presidente Paniagua, no ha habido un liderazgo en esa materia. Entonces, parece que no hay un proceso de aprendizaje en las lecciones del pasado y seguimos dando vueltas con niveles de corrupción al más alto nivel.