Analistas coinciden en advertir que los aspirantes a suceder a Ollanta Humala tienen posturas políticas tan parecidas que necesitan diferenciarse claramente. El que consiga hacerlo estará más cerca de llegar a Palacio de Gobierno., Los candidatos que pasan a la segunda vuelta, Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski, requieren estrategias muy distintas para conquistar los votos que necesitan, según coinciden especialistas consultados por La República. Ciertamente, aunque ambos son políticos de derecha, enfrentan retos muy diferentes. "Fujimori está en una posición bastante buena: la distancia de su rival es de más de 15 puntos y parece que tendría mayoría en el Congreso. Sale muy fortalecida y quien compita con ella, en este caso PPK, tendrá un panorama complicado", dice David Sulmont, director del Instituto de Opinión Pública (IOP) de la Universidad Católica. Para el especialista, la buena situación del fujimorismo se debe a que la contienda estuvo marcada por los procesos de tachas y exclusiones. Pero también, a sus esfuerzos por mostrarse moderada y distanciarse del fujimorismo duro. "Ha tenido que dar muestras de distanciarse de la vieja guardia y aparecer como la líder. Un punto importante fue no incluir gente como Martha Chávez, Cuculiza y Aguinaga en desafío a una carta de su padre. Este tratar de convencer al electorado receloso del fujimorismo comenzó en la Universidad Harvard el año pasado y tuvo otra expresión en el compromiso que firmó en el debate último", señala. Luis Benavente, de Vox Populi, destaca que la campaña de Fujimori "es un punto alto" de un trabajo de mucho tiempo atrás, aun antes del 2011. "Ha seguido con ese populismo de derecha que ya tiene 25 años. Antes de la campaña, ha sabido administrar su silencio como Castañeda. Un punto clave es cuando empieza a desmarcarse de su papá, porque en el 2011 se dieron cuenta de que perdieron por eso. Allí viene lo de Harvard, hablar de la CVR, incorporar a Huároc, sacar a figuras antiguas. Uno puede creerle o no, pero política es también puesta en escena", asevera. También anota que le favorece no atacar mucho a sus rivales. "No es tanto de hacerlo, como Toledo, García, el mismo PPK, que atacan duramente a sus adversarios. Ella se muestra tranquila , excepto cuando la atacan", comenta. En cambio, consideran que Kuczynski tuvo una campaña que no terminó de despegar. "No aumentó mucho su caudal electoral de lo que tenía a inicios de año. La aparición de Guzmán lo afectó de modo importante, su intención de voto cayó, lo que muestra que su electorado no era muy fiel. Lo perdió con Guzmán, aun con Barnechea. Solo con la salida de Guzmán se recupera y vuelve a lo que tenía", anota, Benavente. Los politólogos Arturo Maldonado, del Grupo 50+1, y Carlos Pérez Crespo, profesor de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, coinciden. "La suerte de PPK estuvo atada a la de Guzmán. Incluso tuvo que cambiar su equipo de campaña", señala Maldonado. "A PPK lo he visto con una campaña muy mala, sin ideas, repetitiva. Está en segunda vuelta por fortuna, la salida de Guzmán y errores de Barnechea. Solo en los últimos días hizo campaña. Su video, donde se muestra entre extremos, y el surgimiento de Goyo Santos, que quitó votos a Mendoza, le dio lo necesario", dice Pérez. Lo que se viene Aunque algunas encuestas mostraban a Kuczynski como una buena carta para ganarle a Fujimori en segunda vuelta, los especialistas indican que quien la tiene más fácil es la hija del ex presidente autoritario. "El problema de PPK es que no ha podido, salvo en Arequipa, ganar en una región. Su votación está muy concentrada en Lima y zonas urbanas. Tiene mucha dificultad en generar empatía en sectores populares. No tiene áurea de candidato popular, la tiene más Fujimori", dice Sulmont. Por eso agrega que tiene el desafío de aglutinar al electorado antifujimorista, pese a que algunos han sido calificado como prorradicales. "Tendrá que hacer su propia hoja de ruta para ganar a los electores de Mendoza, que es más popular, andino, donde tiene dificultades", asegura. Para Sulmont, el economista debe hacer gestos hacia Barnechea y Mendoza, como por ejemplo, tomar la agenda de la renegociación del gas, no rebajar estándares ambientales o contra la criminalización de la protesta o un manejo razonable de los conflictos sociales. "No tendría que plantearse como alianza, pero sí gestos de apertura y mostrarse accesible a agendas de candidatos que no han pasado", comenta. En cambio, considera que Fujimori "no necesita aliarse con mucha gente". Al contrario, asociarse a ex candidatos afines como Alan García no le ayudaría porque este representa lo tradicional de la política, que ha sido rechazado por gran parte del electorado. "Necesita moderar y dar muestras de que si gana las elecciones, no va a hacer mal uso del poder, ya que tiene mayor parte del Congreso. Debe dar seguridades de que no va a abusar, porque podría cambiar leyes orgánicas, poner Defensor del Pueblo, magistrados del TC", dice Sulmont. En este sentido, puede comprometerse con algún tipo de figura como defensor del Pueblo o que el nuevo procurador que ha propuesto sea negociado por la oposición, así como a no cambiar las reglas electorales a su favor. Según Benavente, la ex primera dama se adelantó al firmar ese compromiso en el debate presidencial. "Fue una carta jugada antes de tiempo. Creo que quería ganar en primera vuelta, pero eso era una utopía", afirma. Coincide en que lo peor que pueden hacer es llenarse de soberbia, y que allí se verá el rol de Keiko Fujimori para poder controlar a su gente. Para Pérez, la candidata de Fuerza Popular "necesita moderarse más para captar un público más de izquierda y llegar mejor al sur". Sin embargo, le ve más posibilidades que a su rival. "No veo a PPK ganando en Cajamarca, Apurímac, Cusco. Pienso que si Keiko hace un discurso más de izquierda, populista, tiene amplias posibilidades", dice. Asegura que "la única posibilidad de PPK es que divida su voto en Lima y el norte". Por eso, cree que le conviene aliarse con Alianza para el Progreso porque, pese al desprestigio de César Acuña, tiene un partido con operadores efectivos. "PPK en cambio tiene un grupo de independientes que son más simpatizantes", alega. Asimismo, le parece posible un acercamiento con el Frente Amplio, pero con condiciones. Eso le favorecería, aunque aún parece distante. Maldonado anota que "PPK también tiene dificultades porque no puede ser el paladín del antifujimorismo". Indica que podría convencer al votante de Barnechea con gestos claves, como comprometer ministros de ese sector.