Se equivoca el fujimorismo en su apuesta matonesca.,Una de las expresiones más grotescas de la torpeza de Fuerza Popular es su apuesta descabellada de creer que dedicarse a demoler al gobierno de Pedro Pablo Kuczynski hará tan populares a sus dirigentes que les asegurará el triunfo electoral en el año 2021. Dicha estrategia es descabellada porque las demostraciones frecuentes de fuerza bruta que despliega Fuerza Popular difícilmente le van a ayudar a construir una imagen favorable ante el votante. Al contrario, la ciudadanía se va dando cuenta de lo obvio: que Fuerza Popular no presenta ninguna propuesta de política pública para el país y que, en cambio, la única intención de sus ataques es obstaculizar al gobierno de PPK. Lo único que ayuda a Fuerza Popular es la impericia del gobierno de PPK que le impide capitalizar este alud fujimorista de ataques sin otro sentido que el de la demolición. Como se comentó en esta columna el domingo, no es clara la real motivación de Fuerza Popular y de su lideresa Keiko Fujimori con lo que está haciendo, lo cual puede ir desde satisfacer las necesidades de una pataleta no resuelta por la derrota, hasta llegar a la vacancia presidencial y el adelanto electoral, pasando por el debilitamiento gradual del gobierno de Kuczynski. El fujimorismo no se puede poner de acuerdo ni siquiera en un asunto tan sencillo de plantear como la situación carcelaria de Alberto Fujimori, siendo evidente que Kenji se esfuerza por la pronta salida de su padre de la Diroes, mientras que la posición de Keiko es más misteriosa, aunque lo más probable es que quiera que él permanezca ahí para no tener que enfrentar oposiciones más sólidas desde dentro de su propia agrupación. Esto complica la posibilidad del gobierno de PPK para manejar una negociación con el fujimorismo, pues ahí las expresiones de discordia son cada días más evidentes. Pero, al margen de lo que el fujimorismo decida, es evidente que su actitud matonesca en el congreso y fuera de este, traducida en trabar las iniciativas del gobierno, censurar ministros y legislar con sangre en el ojo contra quienes cree que impidieron que Keiko Fujimori llegue a Palacio de Gobierno en su segundo intento, simplemente va a lograr que ella fracase en su tercera oportunidad. A esta consecuencia contribuye la mediocridad tan grande que se percibe en la mayoría de integrantes de Fuerza Popular, cuyos gestos evidencian una agresividad absurda, que será un bumerán a su intención.