Las redes como debates de borrachos en las cantinas.,Luis Galarreta acusó al premier Fernando Zavala de ser un ‘Montesinito’ por manejar un ejército de trolls desde la PCM, y le respondieron recordándole la poderosa armada fujitroll. “Zavala resultó ser una especie de ‘Montesinito’ porque paga gente, con plata de los peruanos, para mover las redes. Me lo ha dicho gente de adentro porque, para su mala suerte, desde el gobierno de Humala al de Kuczynski, tenemos gente adentro que nos informa todo”, dijo Galarreta revelando, de paso, métodos de información parecidos a los del ‘Doc’. “No tengo en la PCM contratos con trolls, no conozco esos sistemas, no sé si él los conocerá”, respondió Zavala, agregando que el gobierno no tiene prácticas montesinistas. Pero el troll existe. Este periodista cuelga diariamente esta columna en las redes y puede dar fe de la existencia de un grupo de fujitrolls que –cada uno con no más de dos a tres seguidores, o sea, nada– insultan siguiendo un mismo guion que cambia cada dos días y que, curiosamente, es repetido por los congresistas de Fuerza Popular en sus declaraciones a la prensa y por un grupo regular y conocido de cuatro a cinco personas que –más curioso aún– son seguidos en las redes por casi todos los fujitrolls. Mi respuesta: el bloqueo en el acto. Debo agregar, sin embargo, que cuando la semana puse en Twitter una crítica a PPK por su comentario de “colgar a los rateros”, recibí una ráfaga de trolls aunque más breve y menos intensa que la de los fujitrolls. Se puede especular con que se trate de ‘hinchas’ de una agrupación que salen a defenderla con entusiasmo y ad-honorem, pero en el caso particular de los fujimoristas se advierte un número amplio con organización y consistencia entre sus congresistas y líderes de opinión amigos. Algunos, incluso, trabajan en las oficinas de los parlamentarios de Fuerza Popular. El periodista Marco Sifuentes, que conoce como pocos de la redes, escribió que, al igual que Montesinos a fines de los noventa, “ya no necesitan diarios chicha, ahora solo basta un puñado de ‘fujitrolls’ a sueldo que se dediquen todo el día a insultar y calumniar, en redes sociales, a quienes osen cuestionarlos” y que, incluso, ojo con esto, serían los mismos detrás de los psicosociales recientes difundidos por el whatsapp. El uso de estos mecanismos por parte de partidos políticos es, sin duda, una práctica antidemocrática. Hasta hace unos tres años, las redes eran espacios de discusión interesante. Pero, gracias a los fujitrolls, se han vuelto chiqueros con debates tan alturados como los de borrachos en cantina con aserrín.