Rápido perfil de algunos ministros en cargos claves.,F. Acomodándose bien al cargo de premier que requiere la presidencia de Pedro Pablo Kuczynski, quien prioriza la posibilidad de desplazamiento en vez de atarse al trabajo administrativo. Ayuda mucho la gran confianza entre ambos, quizá la más cercana que se haya visto entre un presidente y un premier en la historia reciente del país. Zavala actúa como ordenador del equipo ministerial y apagador de incendios como el reciente de Carlos Moreno. Carlos Basombrío. A pesar de que tenía un conocimiento razonablemente amplio del sector antes de llegar al puesto, el Ministerio del Interior es una caja de Pandora que nunca termina de sorprender, y lo que Basombrío debe haber hallado es una corrupción espectacular que se vuelve obstáculo relevante para avanzar en el principal clamor popular, el de la inseguridad ciudadana, mientras la conflictividad regional empieza a aparecer como un factor que siempre puede traerse abajo no solo a un ministro sino a un gabinete. Alfredo Thorne. Un ministro de Economía de perfil más bajo posiblemente porque sus dos jefes –el presidente y el premier– ocuparon antes ese puesto. Su principal desafío es enfrentar un escenario en el que, en contraposición a la mejora de las expectativas, la demanda interna se ha estancado mientras la inversión sigue cayendo, lo cual perjudica a los mercados de consumo y el empleo. Jaime Saavedra. De ser el ministro políticamente más atractivo del gabinete, súbitamente se convirtió en el más atacado, principalmente por los lobbies provenientes de los sectores que se sienten perjudicados por sus reformas, como varias universidades con una fuerte inversión en varias bancadas parlamentarias. Un poco más tranquilo en estos días, pero ya volverá el huracán. Martín Vizcarra. Manejando el sector con más impacto en la inversión, es el ministro que más ayuda puede ofrecer para la relación con las regiones cuando estas se calientan. Patricia García. En el ojo de la tormenta por las trapacerías de Moreno, pero saliendo airosa y respondona. Marisol Pérez Tello. Aporte crucial para un gobierno que debe manejarse con corrección frente a los derechos humanos y –como se ve– frente a una corrupción que se asoma con audacia y descaro. Jorge Nieto. Más allá de la cultura, debiera aportarle un poco de política a un gabinete al que eso le falta. Ricardo Luna. Acertando en darles un papel profesional y relevante a las embajadas, convocando a diplomáticos de peso como el ex canciller José Antonio García Belaunde.