El desempeño postelectoral de Verónika Mendoza.,No deja de ser curioso que quienes le increparon a Verónika Mendoza que no fuera a felicitar a Pedro Pablo Kuczynski luego de que este pasara a la segunda vuelta en vez de ella, ahora no les parezca relevante –y hasta justifiquen– que Keiko Fujimori todavía no haya visitado al virtual presidente electo. La verdad es que, mientras no existe tradición sobre felicitaciones del que no pasó a la segunda vuelta hacia quien sí lo hizo –Lourdes Flores, por ejemplo, no saludó a Alan García en 2006 y, más bien, le dijo que le había robado los votos–, sí es una costumbre congratular al que ganó la elección presidencial. Es algo que la candidata del Frente Amplio (FA) hizo el martes, lo cual refleja que, en cuanto a cortesía democrática, al menos, Verónika lo está haciendo mejor que Keiko. “Trajimos nuestro saludo democrático al presidente electo y compartido nuestras preocupaciones y propuestas, que son también las de las regiones, los pueblos del sur, los trabajadores y las comunidades”, dijo Mendoza tras su reunión con PPK, y concluyó que el FA será “una oposición democrática, propositiva, vigilante y fiscalizadora como lo hemos dicho en público y privado, pero de ninguna manera obstruccionista”. Sobre el designado titular del MEF Alfredo Thorne, Mendoza dijo que “no es el ministro de Economía que yo quisiera para mi país”, pero precisando que “yo tengo claro que el presidente es PPK y a él le corresponde elegir a sus ministros”, mientras que su candidato a vicepresidente Alan Fairlie dijo que “es un hombre brillante, la mejor persona que pudo escoger PPK del equipo que tiene para el cargo, por su trayectoria internacional y su formación académica”. Mendoza no empezó bien la campaña, pero cuando se presentó la oportunidad, tras la exclusión de Julio Guzmán y César Acuña, avanzó con firmeza hasta quedarse por muy poco detrás de PPK, lo cual no impidió que, poco antes de la votación, hiciera una invitación principista con su visión para votar por él para que el fujimorismo no volviera a Palacio. Su apuesta valiente le ayudó a consolidar un liderazgo en la izquierda, y distinguirse de otros como Marco Arana, quien, pensando en elecciones futuras, acaba de hacer un pronunciamiento cargado de oportunismo barato: “Yo no voté por PPK por una cuestión de consciencia”. El FA de Mendoza será, por la naturaleza de sus ideas, oposición clara al gobierno de PPK, pero si lo sigue haciendo con cuidado por las formas democráticas, podrá avanzar mucho políticamente en este lustro.