Con ppk o Keiko Fujimori inversión privada está feliz., Aunque todavía faltan seis semanas para la segunda vuelta, el sector privado ya está experimentando un gran entusiasmo por las posibilidades generadas por el nuevo escenario político, al margen de si la presidencia la gana Pedro Pablo Kuczynski o Keiko Fujimori. El entusiasmo se explica porque, por primera vez en dos décadas, confluirán un Ejecutivo con una amplia mayoría en el Congreso –y no solo por la sólida bancada fujimorista– con un enfoque general coincidente sobre la importancia de la inversión privada. El entusiasmo es mayor aún pues, como ocurre en esos partidos que ya se creían perdidos –como pensaba el empresariado por la posibilidad de que Verónika Mendoza pasara a la segunda vuelta–, la emoción es fuerte cuando se voltean en el último minuto. Eso es lo que sintió el sector empresarial cuando supo que la segunda vuelta sería entre PPK y Fujimori. Si se tuviera que ‘rankear’ a los candidatos por la preferencia de los inversionistas, el primer puesto sería de PPK por su experiencia y antigua vinculación con la empresa privada. El segundo lugar era para Alan García, por proyectar la imagen de tener la capacidad de estar en control del barco. Y el tercer lugar recién era de Keiko Fujimori, a quien perciben con alguna desconfianza por ser más distante del sector empresarial, a pesar de tener en su entorno a alguien ‘tan de adentro’ como José Chlimper. Pero las cosas son como son y, comparado con el riesgo que veían en Verónika Mendoza, el resultado es percibido como muy positivo para la perspectiva de la inversión privada, una sensación que ya se está dejando sentir no solo en el mercado bursátil sino, también, y con bastante fuerza, en la revisión de proyectos de inversión que estaban suspendidos. El Índice de Confianza para Invertir elaborado a partir del sondeo que Apoyo Consultoría realiza entre sus clientes del SAE, llegó, luego de la segunda vuelta, a su nivel más alto en los últimos dos años. Esto es una buena noticia pues ayudará a reactivar la inversión privada, la cual es el determinante principal del crecimiento, la generación de empleo y la reducción de pobreza. Hay, sin duda, obstáculos en el camino, como la necesidad de destrabar los obstáculos administrativos que impiden la concreción de muchos proyectos de inversión; o la articulación de una relación fluida entre el congreso y el ejecutivo si PPK gana la presidencia, pero es claro que el nuevo panorama puede ayudar a una recuperación relevante de la economía durante el lustro siguiente.