Acaba de estallar un escándalo internacional de envergadura, gracias a una persona anónima que ha filtrado una enorme cantidad de información de una famosa firma de abogados de Panamá, especializada en crear y administrar empresas fantasmas en paraísos fiscales. Se trata de 11.5 millones de archivos sobre 300,000 empresas a nivel mundial. Todas las operaciones de esta firma de abogados, que tiene una sucursal en Lima, están revestidas de opacidad y secreto, ya que tienen por fin principal evadir impuestos. La filtración de la información llegó al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, que ha trabajado durante un año ordenando y verificando los archivos de la firma panameña de abogados. Uno de los socios peruanos de este Consorcio, la agencia Ojo Público, ha publicado en Internet un importante reportaje que estremecerá la política peruana los próximos meses. Incluso tiene implicancias para las elecciones actuales, porque involucra a varios candidatos. De acuerdo a Ojo Público, Keiko Fujimori tiene gruesos problemas. No ella directamente, sino varios de sus principales financistas. El caso más llamativo corresponde a varios integrantes de la familia de Jaime Yoshiyama, que es un personaje muy importante porque viene del gobierno de Alberto Fujimori y ha logrado continuidad en el entorno de Keiko. Además, es un importante financista de la anterior y de la actual campaña. Pues bien, los Yoshiyama aparecen involucrados en la creación de un enjambre de empresas offshore que ocultan algo grueso. Máxime cuando la información filtrada incluye pedidos para registrar operaciones con fechas atrasadas. En este caso, los datos filtrados refuerzan la investigación de La República, que desde hace semanas viene llamando la atención sobre empresas offshore en Estados Unidos para recolectar dinero para la campaña de Keiko. La sospecha de este diario era que esas compañías fantasmas servían para ocultar dineros que provenían de los noventa y que habían iniciado su camino de vuelta al Perú para financiar el retorno de la dinastía al poder. La información de los Panama Papers refuerza la hipótesis de La República y llama poderosamente la atención que la primera reacción de Keiko haya sido ratificar su confianza en los Yoshiyama, sin hacer ningún cuestionamiento. ¿En qué quedó su compromiso de no permitir un solo acto de corrupción? ¿Compañías fantasmas para evadir impuestos no llaman mínimamente la atención? Ojo Público también muestra una carta de recomendación firmada por PPK cuando era primer ministro de Toledo presentando a Francisco Pardo Mesones, un ex banquero de los ochenta, quien emplea la carta para formar compañías fantasmas que negociaron con la venta ilegal de pasaportes venezolanos. PPK se ha defendido diciendo que Pardo era su compañero de colegio y él solo lo recomendó. Difícil, porque comprenderá que parece tráfico de influencias para fines ilícitos. El tercer involucrado es García, quien tampoco aparece personalmente, pero sí asociados suyos, uno de los cuales es su socio en Librerías Crisol y el otro su ex ministro Hernán Garrido Lecca. En estos casos tampoco parece dinero de campaña, sino operaciones clásicas para evadir a la agencia tributaria y no pagar impuestos. De este modo, dos problemas mayores del país están apareciendo gracias a los Panama Papers. Primero, el dinero político sucio cuyo oscuro origen está en la base de la corrupción a futuro del poder del Estado. A continuación, un fenómeno masivo entre sectores importantes de las clases altas, evaden impuestos a forro, incluyendo a importantes actores del boom gastronómico nacional. Por ello, nuestra tasa tributaria es una de las bajas en Latinoamérica. Le preguntan a Vero de dónde saldrá el dinero para cumplir sus promesas. Pues, entre otros fondos de ahí, ella pondrá orden en las empresas en paraísos fiscales.