Esta semana se anunció la creación de la Zona Reservada Mar Pacífico Tropical Peruano, integrada por Isla Foca, El Ñuro, arrecifes de Punta Sal y Banco Máncora. La zona costera, ubicada entre Piura y Tumbes, tiene una enorme diversidad biológica. Y hay propuestas para nuevas áreas protegidas en el país., La Isla Foca es una formación rocosa de más o menos un kilómetro cuadrado ubicada frente a las costas de Paita, en Piura. A simple vista destaca por su color blanco -producto del guano de las aves marinas- y también por la presencia de una colonia de lobos marinos de Galápagos, la única de ese tipo en el Perú. Pero más allá de aquello que se puede ver a simple vista -y que además tiene una enorme belleza paisajística- toda esta zona tiene mucha diversidad porque en sus aguas convergen la corriente fría de Humboldt y la cálida corriente Ecuatorial, dando lugar a un clima especial que permite la presencia de especies que no existen en ninguna otra parte. En la isla y su entorno conviven mamíferos, aves, reptiles, peces y macroinvertebrados marinos (esponjas, anémonas, corales, moluscos, crustáceos). Además, según el Sernanp (Servicio Nacional de Áreas Naturales protegidas por el Estado) en esta zona hay "bancos de peces e invertebrados como la cachema, la cabrilla, el mero murique, el pez cirujano, el calamar y otros". Isla Foca es un lugar lleno de vida y una de las cuatro zonas referenciales que conforman la propuesta de creación de la 'Zona Reservada Mar Pacífico Tropical' peruano junto a El Ñuro, los arrecifes de Punta Sal y Banco Máncora. Hay buenas razones para proteger toda esta parte del mar peruano. "Tiene la mayor diversidad biológica marina del país", dice Pedro Gamboa, jefe del Sernanp. Riqueza biológica En la caleta El Ñuro, en la provincia piurana de Talara, está el único lugar del país donde la gente puede nadar con tortugas marinas cerca del muelle de pescadores. Aquí viven las tortugas verdes y también las poco comunes tortugas carey, ambas en peligro. Hay una tercera especie, la dorso de cuero, que está en peligro crítico. La buena noticia, según una crónica de La República, que estuvo allá el 2014, es que en El Ñuro el 80% de las tortugas son residentes y de ellas cerca del 20% son adultas, lo que incidirá a futuro en la reproducción de la especie y con ello podrá evitar su desaparición. Los pescadores por su parte han entendido el valor de no pescar a las tortugas y, en cambio, protegerlas. Hay otros atractivos en el lugar. "De junio a noviembre se lleva a cabo el cortejo, el apareamiento, la reproducción y la lactancia de la ballena jorobada que migra desde la Antártida (categorizada como vulnerable según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza)", dice el Sernanp. Eso significa una magnífica oportunidad de potenciar el turismo con el avistamiento de ballenas. Otro lugar considerado dentro de la 'Zona Reservada Mar Pacifico Tropical' son los arrecifes de Punta Sal. Ahí se pueden encontrar corales, esponjas marinas, rayas, peces tropicales. "Presenta un fondo arenoso donde se ha registrado la mayor población de caballitos de mar a nivel nacional", dice el Sernanp. El cuarto sitio considerado dentro de esta propuesta de área reservada es el Banco Máncora, una formación montañosa submarina que también se constituye en zona de reproducción de ballenas y tiene una riqueza biológica que beneficia a varias asociaciones de pescadores artesanales. En 2011, la Asociación Inkaterra determinó que en la zona de Cabo Blanco y Banco Mancora unas 7,500 personas se beneficiaban con la pesca. La 'Zona Reservada Mar Pacífico Tropical', ubicada frente a las costas de Piura y Tumbes, tendrá una extensión de 116,139.95 hectáreas. "Es conocido que toda esta zona del mar del norte peruano provee aproximadamente el 70% de la pesca de consumo humano directo en el Perú. Por eso es importante declararla área protegida para garantizar que esos stocks de diversidad biológica se mantengan y mejoren", dice Pedro Solano, director de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA). La propuesta de creación de esta área fue presentada por el Sernanp el martes pasado en el marco del IV Congreso Mundial de Reservas de Biósfera, en Lima. "Hace más de 20 años que hay propuestas y estudios sobre esta zona. Hemos elaborado un expediente consolidando distintas visiones en una propuesta", explica el jefe del Sernanp. El expediente ya ha sido entregado al Ministerio del Ambiente. Una vez aprobado por el Minam se elevará al consejo de viceministros para, finalmente, ser aprobado por el Consejo de Ministros. "Esperamos que sea pronto porque esta zona es la Paracas del norte", dice Gamboa. La Reserva Nacional de Paracas es un buen ejemplo de aprovechamiento turístico de un área marina protegida en el país: es visitada por medio millón de turistas al año y da sustento a la población local. Pedro Solano, de la SPDA, esgrime los beneficios de esta propuesta de área reservada en el norte: "En un área protegida se puede hacer una mejor gestión de la pesca y la diversidad biológica, el turismo puede crecer de forma impresionante y, tercero, estas zonas garantizan una excelente manera de enfrentar el cambio climático y El Niño". Luego cuenta, que hace algunas décadas, en esta zona se capturó el merlín (pez espada) más grande del mundo y que los meros medían más de metro y medio. "¿Porque no lograr la recuperación de esas especies?", se pregunta. La propuesta de área reservada en esta zona no se superpone a actividades como la extracción de hidrocarburos. Los derechos de las empresas no se afectan si cumplen con su Estudio de Impacto Ambiental. Ser una zona reservada primero y Reserva Nacional después podría demorar algunos años. "No importa cuánto demore, lo importante es hacerlo bien", dice Solano. Otras áreas a proteger "¿Sabes donde nace el Amazonas?", me pregunta el jefe del Sernanp. Después me explica que nace en el nevado Mismi, en la provincia de Caylloma, Arequipa. Su institución está desarrollando una propuesta de 'Zona Reservada Naciente del Amazonas-Mismi', un espacio a 5 mil metros de altura. "Es un ambiente de puna seca con formaciones vegetales, pastizales, bofedales y humedales altoandinos, importantes por el aprovisionamiento de agua y por ser habitat y refugio de diversas especies de fauna y flora", dice el documento. La zona también es importante porque los pajonales y bofedales constituyen la principal fuente proveedora de alimentos para la ganaderia altoandina. Además, los manantiales producidos por los nevados Mismi y Quehuisha fluyen hacia el Valle del Colca y son canalizados a través de un sistema de andenerías para el uso agrícola y pecuario. En otra región del Perú, en Loreto, existe desde el 2011 la Zona Reservada Yahuas que se encuentra a la espera de su categorización final. Esta zona, ubicada en la frontera con Colombia y con una extensión de 868 mil 928 hectáreas, alberga hasta 3,500 especies de plantas y 1,420 especies de animales vertebrados. Es la región más diversa del Perú en cuanto a peces de agua dulce con 550 variedades y 393 de las 500 especies de aves de la región. Los cuerpos de agua de Yahuas aseguran la disponibilidad de alimento en las cuencas del Putumayo y el Amazonas, que son la despensa de pescado de Loreto. "Por sus características debería ser categorizado como Parque Nacional, para garantizar que sus recursos sigan produciéndose", explica Pedro Solano, de la SPDA. Estos son tres lugares a proteger en el Perú. Y volviendo al inicio de esta nota: en la costa norte, un paraíso espera que se lo trate como tal.