Contrario a la tendencia nacional, que raras veces apuesta por las canas, Paul Martin protagoniza, a los cincuenta años, 'De vuelta al barrio', serie de época que lidera el horario estelar dejado por el fenómeno Al Fondo Hay Sitio. El paso del tiempo es apacible para un actor que nunca se consideró un galán.,Paul Martin: “Soy un mejor actor a los cincuenta",Paul Martin: “Soy un mejor actor a los cincuenta",Paul Martin: “Soy un mejor actor a los cincuenta",El bigote de Paul Martin es una señal de los tiempos. Y una concesión actoral. Después de pasar el casting para encarnar a 'Pichón' Bravo Torrejón, un padre viudo de cuatro hijos en 'De vuelta al Barrio', la nueva ficción de América Televisión, a Paul Martin le comunicaron dos exigencias del personaje: bajar cinco kilos, y dejarse el bigote. PUEDES VER La Tarumba: Anuncia su espectáculo 'Bandurria' | FOTO Los kilos de más no demandaron esfuerzos mayores: Martin no solo se ejercita cuatro veces por semana, además, llevó un diplomado de nutrición e incluso dirigió un programa de salud en cable. El bigote, en cambio, fue significativo: no lo usaba, salvo por meses salpicados, desde 'Natacha' (1990) y 'Casado con mi hermano' (1992), las producciones que lo lanzaron a la fama, cuando era un veinteañero consumado tras haber convencido a sus padres de que podía ganarse la vida, poniéndose el pellejo de otras. El espejo, el objeto más desalmado de la humanidad, opinó al reflejar su rostro. -En mi vida diaria no usaría bigote. Cuando me vi dije: qué desastre. Pero es un tema de costumbre. Es jueves por la tarde en los estudios de América, en Pachacámac. El ambiente está movido. Un enjambre de periodistas se ha dado cita a la conferencia de prensa de 'Mujercitas', la telenovela reciente del canal. En estos instantes, a varios metros, pero en el mismo centro de producción, una decena de actores luce los estragos de una mañana de grabación. Cruzando un pequeño camino de árboles, rodeado de casas de triplay, se encuentra el colorido barrio San José. Yvonne Frayssinet y Adolfo Chuiman, la pareja idílica que los fanáticos de Al Fondo Hay Sitio se quedaron con las ganas de ver juntos, son ahora 'Consuelo' y 'Benigno', los padres de 'Pichón'. Melania Urbina cambió la candidez de 'La Monsefuana' por la rigidez de una profesora de primaria, mientras que Mónica Sánchez zafó de la abnegación de 'Charito' para convertirse, por lo menos en los primeros capítulos, en 'Malena', una mujer que plantó en el altar a 'Pichón' y regresó a su vida después de 25 años. Todo anclado en 1977, cuando el Perú era gobernado por los militares. Los peinados con ondas en la nuca, los ternos con parches en los codos, las camisas color mostaza, y las blusas blanquecinas cumplen su cometido. La grabación matutina ha terminado. Los actores vuelan a los camerinos y al comedor. Paul Martin tendrá que esperar, aunque su cuello esté contracturado. La agenda manda, muy a su pesar. Comienza el ping-pong. ¿Pensabas que iban a darte un protagónico en televisión a esta edad? Eso no lo piensas. No lo esperas. Pero si llega, lo tomas feliz. Es una gran oportunidad. ¿Ha cambiado algo a los cincuenta? En términos de madurez sí, pero sin dejar al niño que tenemos dentro. Uno mejora con los años si tiene conciencia de hacerlo. ¿Cómo conservas a ese niño? (Se chupa el pulgar derecho) Juego conmigo mismo, con mis hijos, con los actores. Alguna vez dijiste que la gente te reconoce como un comediante o un actor con facha de playboy, ¿crees que te siguen viendo así? Eso se quedó con Waldo Gastelumendi de 'Casado con mi hermano' y otros personajes juguetones y sinvergüenzas. Pero no, soy un actor serio. Me siento un mejor actor a los cincuenta. Es más, en diez años seré mejor actor que ahora. Veo escenas de Natacha y digo: pucha, hoy las haría mejor de todas maneras. ¿Eres consciente de que tu nivel actoral crecerá, pero conforme avancen los años habrán menos papeles que podrás interpretar? He sentido eso siempre. Y no hay drama. El actor tiene un margen de cinco años hacia atrás y adelante. Pero no hay papeles que me quiten el sueño. La única tragedia de un actor es que le toquen papeles planos. Martin ha dejado en claro que la edad es un asunto que solo le preocupa a los periodistas. Que el cuestionario es un alfiler que pincha el aire. Que, como ocurre con los orientales, el tiempo es sabiduría. Un actor se nutre de sus experiencias, sostiene. Lo dice alguien que para interpretar a un adicto a la pasta básica de cocaína visitó antros; el mismo que una semana después de despedir a su padre en Lima, grabó una escena en Ecuador en la que su personaje hablaba sobre su padre muerto. En 'De vuelta al barrio', por ejemplo, empleó la memoria emotiva en los primeros capítulos. Si a 'Pichón' lo dejaron en el altar; a Martin una enamorada lo cortó sin aviso alguno. Se borró súbitamente. -Es muy doloroso. Es mejor que te digan: no va más. El cantante Lo que ha marchado sin paradas ha sido su carrera. Sea en el teatro, sea en la televisión. En los últimos años los malos de la película lo han perseguido: Agustín Yrigoyen en las tres temporadas de 'Mi amor, el wachimán' (2012-2014); y Alejandro Castillo en 'De millonario a mendigo' (2015). Pero también los musicales: 'Chicago' (2012), 'Mentiras, el musical' (2014), y actualmente la reposición de 'Mamma Mía'. Paul Martin es un actor que baila y canta. El tema principal de 'De vuelta al barrio', 'Un amor del ayer', lo interpreta él. Es su voz, aunque ni siquiera su madre fue capaz de reconocerlo. -Grabé la canción en veinte minutos. No te miento. Cuando la escuché por primera vez en el estreno se me vino el huaico. La locución es otra de las profesiones que se ha tomado en serio. Cuando vivió en Estados Unidos, allá por el 2001, dobló varias películas al castellano. Incluso recuerda que le puso su voz al socio de Anthony Hopkins en uno de sus tantos films. Hoy, Martin locuta para un canal por cable, además, de comerciales y documentales independientes. Vida sana la de Paul Martin. No fuma desde hace 18 años, y su lonchera es la de un deportista de alta competencia: ensalada, arroz integral, pollo o pescado, almendras. En tres semanas cumplirá 51. -A los actores les digo que el combustible de los seres humanos es el alimento. Si hay una sobrecarga de trabajo, debemos darle lo mejor. Sabiduría. Habrá que trepar un rato hasta los cincuenta.