Hace dos años fundó Laboratoria, un exitoso emprendimiento que tiene como misión formar a mujeres de escasos recursos en programación. En mérito a ello, hace un par de semanas compartió un panel con Barack Obama y Mark Zuckerberg.,"Hola, mucho gusto. Sé que estás haciendo un proyecto de desalloradoras web con muy buenos resultados, y que el 60 por ciento de las chicas consigue trabajo". Mariana Costa abrió inmensos los ojos debajo de sus grandes gafas de pura sorpresa. Ella conoce perfectamente el inglés pues estudió en Londres e hizo su maestría en una universidad norteamericana, pero nunca imaginó que uno de los hombres más poderosos del mundo se plantaría frente a ella y le hablaría en su propio idioma con la sonrisa y las mangas remangadas. Barack Obama es el líder político por quien la joven peruana siente mayor admiración, pero ella no se dejó obnubilar por la emoción y hasta se dio el lujo de corregir al simpático presidente norteamericano. "Ya no es el 60 por ciento, las cifras actuales indican que el 70 por ciento de las chicas que pasan por Laboratoria consiguen empleo", le dijo cortesmente. Obama sonrió complacido y comentó en tono ligeramente avergonzado "parece que no estoy actualizado". Obama se había terminado de meter al bolsillo a Mariana, fundadora de Laboratoria, un emprendimiento social que desde hace dos años tiene como objetivo formar a jóvenes mujeres de escasos recursos económicos como programadoras y expertas en desarrollo web. Así como hizo con ella, el presidente norteamericano se había preocupado en informarse quiénes eran los otros dos jóvenes que junto a Mark Zuckerberg -el creador de Facebook- hablarían sobre sus emprendimientos en el panel más importante de la séptima edición de la Cumbre Global de Emprendedores 2016, que se desarrolló entre el 22 y 24 de junio en Silicon Valley. Obama sabía perfectamente que la joven Mai Medhat había llegado desde Egipto, donde había hecho muy popular una aplicación que permitía que todos los participantes de una conferencia puedan comunicarse entre sí, además de obtener cualquier tipo de información referida a las materias en discusión. Sabía, además, que Jean Bosco Nzeyimana, de Ruanda, estaba llevando adelante un proyecto para transformar residuos y basura en bioenergía. Esos detalles hicieron que Mariana comience a admirar aún más a Obama, de quien piensa es un líder visionario, cuyos valores comparte. Las diferentes fotos que se publicaron de Mariana a tres escasos metros del presidente norteamericano y junto a Zuckerberg son más que elocuentes. Todo un parto El día que la llamaron desde la Casa Blanca, Mariana Costa tenía la panza más redonda que nunca y estaba a punto de dar a luz a Lucía, su pequeña niña. Ni siquiera estaba previsto que ella asistiera a la Cumbre Global de Emprendedores por su avanzada gestación. Estaba en casa, con descanso prenatal. Eran los primeros días de junio, y ella y su esposo contaban los días, esperando las contracciones. Lo que le anunciaban, sin mayores detalles, era que querían invitarla a un "live changing oportunity" en la que estarían presentes Obama y Zuckerberg, y le advirtieron que tenía que guardar la información (la casi escasa que había recibido) en absoluta reserva. Mariana aceptó. En verdad lo hizo porque no le era racionalmente posible rechazar una oportunidad tan grande tanto para ella y para el proyecto que dirige, pero lo hizo pensando que luego de dar a luz "lo más probable" sería que se excusara ante los organizadores de la Cumbre. A los pocos días comenzaron los dolores del parto y Mariana dio a luz a la pequeña Lucía sin complicaciones. El estrés de un doloroso estreno como madre le hizo pensar, durante cada uno de los primeros días que debía disculparse, y rechazar la invitación, pero su hermana le dijo que se tome una semana más, que las molestias y la tensión irían disminuyendo y se sentiría mejor. Y así fue. El jueves 24 de junio, Mariana tomó un avión hacia Estados Unidos. Había dejado en casa a todo un batallón de personas cuidando a Luciana y se había preocupado por extraerse la cantidad de leche necesaria para que la pequeña fuera alimentada durante las 48 horas que estaría fuera de casa. Al primero que conocieron Mariana, Mai y Jean Bosco, fue al creador de Facebook. "Mark", lo llama Mariana cuando se refiere a él. Con él conversaron unos diez minutos. Ellos hablaron sobre sus emprendimientos, él les preguntaba sobre la conectividad en sus respectivos países. A los pocos minutos, los llamaron para decirles que debían recibir a Obama. El primer presidente negro de Estados Unidos y Zuckerberg eran viejos conocidos. Por ello, incluso, ambos se tomaron la licencia de tomarse el pelo mutuamente durante el panel, en el que Obama hizo el papel de moderador. El mandatario norteamericano contó a la platea que la primera vez que vio al fundador de Facebook, este se encontraba en traje, completamente formal. Debía haber sido una de sus primeras veces con presidentes y altos funcionarios, y Mark se había esmerado en la vestimenta. Hace mucho, sin embargo, sólo usa un polo gris y un jean. Después de las risas de la platea, Zuckerberg arremetió contra su amigo Obama: "no se preocupe, presidente, que en unos meses usted también podrá vestir cómodamente", le respondió, haciendo alusión al pronto término del mandato de su amigo y presidente de Estados Unidos. El tiempo que estuvo Mariana en Silicon Valley fue el tiempo justo y necesario para que participe en el panel. El sábado ya se encontraba en Lima, nuevamente, arrullando y dando de lactar a Lucía. Desde entonces, la joven emprendedora ha tenido quizá los días más ocupados de su vida. Muchas organizaciones se han comunicado con ella para solicitar el apoyo de Laboratoria o para firmar acuerdos. Haber sido parte de un panel moderado por el propio presidente de Estados Unidos ha sido un honor para la joven. Al menos un par de veces la han reconocido por la calle. Pero la mayor recompensa es ver que cada día más jóvenes que se forman en Laboratoria alcanzan el éxito. Al igual que ella.