Cada cuatro años, los estadounidenses votan para elegir al presidente y otros cargos públicos en una fecha que puede parecer peculiar: el primer martes de noviembre. Esta tradición, con más de 170 años de historia, ha sido objeto de debate, ya que algunos sugieren que realizar las elecciones durante el fin de semana podría aumentar la participación.
El motivo de mantener la jornada electoral en martes tiene raíces históricas sólidas. Las condiciones sociales, económicas y religiosas de la época en que se estableció esta fecha fueron determinantes en su elección. A continuación, se exponen las razones históricas que explican por qué esta tradición ha perdurado sin cambios a lo largo del tiempo.
La tradición de celebrar las elecciones en martes en Estados Unidos se originó en el siglo XIX, cuando predominaba una economía agraria y la mayoría de la población vivía en áreas rurales con acceso limitado a los centros de votación. Las autoridades buscaban una fecha que permitiera a los votantes desplazarse sin afectar sus obligaciones laborales ni las observancias religiosas.
Los domingos estaban reservados para las prácticas cristianas, y los sábados eran sagrados para la comunidad judía. Así, el martes se estableció como un día conveniente: los votantes podían partir el lunes después del fin de semana, llegar a los centros de votación el martes y regresar a sus hogares a tiempo para reanudar sus labores a mitad de semana.
La decisión de establecer formalmente el primer martes después del primer lunes de noviembre como día de las elecciones fue adoptada en 1845 por el Congreso de Estados Unidos. Esta ley buscaba garantizar la uniformidad en las elecciones de los miembros de la Cámara de Representantes, en un momento en que el país se encontraba en expansión y la coordinación entre los distintos estados era esencial.
No solo se buscaba facilitar la participación de los votantes rurales, sino que también se consideraron el calendario agrícola y las condiciones climáticas. Noviembre era un mes adecuado, ya que las cosechas de otoño habían terminado, pero el clima aún no era tan severo como para dificultar los viajes. Además, la elección de este martes después del primer lunes evitaba que las elecciones coincidieran con el Día de Todos los Santos, una festividad importante para los católicos.
En 1845, el Congreso de Estados Unidos decidió formalmente que el día de las elecciones sería el primer martes después del primer lunes de noviembre. Foto: CNN en Español
En las últimas décadas, algunos legisladores han propuesto cambiar el día de las elecciones para aumentar la participación ciudadana. Uno de los intentos más notables fue el del congresista Steve Cohen en 2020, a través de una propuesta denominada No Excuses Voting Act, que sugería trasladar las elecciones al primer fin de semana de noviembre. Esta medida buscaba facilitar el acceso a las urnas para quienes tienen dificultades para votar en un día laborable.
Sin embargo, la implementación de cambios en el sistema electoral de Estados Unidos es un proceso complejo y lento, debido a la naturaleza descentralizada del sistema electoral del país. Además, en muchos estados, como Texas y Arizona, el voto por correo aún requiere justificación, lo que limita las opciones para quienes no pueden votar en persona.