Silvia Pinal atraviesa delicado estado de salud tras someterse a tratamiento estético

Momentos difíciles son los que viene atravesando la primera actriz de México de 88 años, Silvia Pinal, tras haberse sometido a una carísima intervención estética en el rostro. A pesar de haber tenido el antecedente de su hija Alejandra Guzmán, quien hace unos años estuvo al borde la muerte por un tratamiento similar.

Según la información publicada en una entrevista de la revista TV Notas, Silvia sufre desde hace unos meses serios problemas de salud luego de que le inyectaran polímeros (sustancias tóxicas) en la cara. La fuente que reveló el hecho también contó que la actriz acudió a la clínica de belleza por insistencia de una amiga.

“Lo que pasa es que una amiga de Silvia le estuvo insistiendo para que fuera a una clínica de belleza con tratamientos muy avanzados; se la recomendó tanto, que terminó por convencerla, y Silvia fue para hacerse algunos tratamientos en la cara”.

Al inicio, la actriz solo se realizaba “cosas naturales, pero después comenzaron a recomendarle un producto dizque milagroso del Viejo Oriente, le dijeron que era 10 veces mejor que el ácido hialurónico, pero que era muy caro; sin embargo, literal, le vieron la cara, porque pagó más de 90 mil pesos”.

Luego de la intervención, Silvia Pinal estaba muy contenta por cómo se veía, pues sentía que se había quitado unos 15 años de encima. Pero después de tres meses inició el infierno con la inflamación de su rostro y con insoportables dolores de cabeza.

Respecto a cómo se siente Pinal y qué ha hecho ante esta difícil situación, la amiga de la diva mexicana declaró que “ha habido ocasiones en las que de plano no sale de su casa porque su cara luce irreconocible, demasiado inflamada.”

Además, al ir a la clínica a decirles los que le estaba pasando, “le dijeron que eso no era por el tratamiento que ellos le habían hecho, se deslindaron por completo de la responsabilidad y no quisieron ayudarla”.

Sin duda, la presentadora de ‘Mujer, casos de la vida real’ se encuentra muy afectada pero acompañada de sus hijos, quienes están muy al pendiente de ella y le han llevado a varios médicos en busca de soluciones para retirarle los componentes de plástico de la cara.

“Los polímeros inyectados en la cara son casi imposibles de retirar, y de intentarlo, pondría en riesgo su vida, pero ella no pierde las esperanzas. Por el momento, lo único que los doctores le han dado son pastillas para los dolores y antibióticos para evitar que se desencadene una infección”.