Por primera vez en nueve años, se anunció que no habrá una primera temporada de pesca industrial. En este contexto, Santiago de la Puente, investigador peruano especializado en pesquerías, pone paños fríos y señala que, si bien la anchoveta no está por desaparecer, sí es preocupante que haya exceso de pesca de juveniles, pues podría afectar a la pesca artesanal.
—¿Debería el Ministerio de la Producción autorizar la primera temporada de pesca?
Yo creo que sería prudente no abrir la temporada de pesca ahorita y esperar un poco a que la anchoveta siga creciendo. Se podría establecer una temporada de pesca corta, de una menor cuota, en un mes y medio o dos, cuando la anchoveta que es juvenil haya crecido y, de repente, la industria pueda sacar algo.
—¿Se deben tomar previsiones para los trabajadores que dependen de este sector?
No solamente a los pescadores, sino medidas a toda la cadena que genera empleo e ingresos. La pesca industrial es gigante en el Perú. Son como 20.000 puestos de trabajo directos y, aparte, tienes las personas de los services que limpian las empresas pesqueras, son miles de puestos de trabajo que se verán vulnerados. Entonces, sí creo que es necesario empezar a pensar en qué se va a hacer.
PUEDES VER: Astilleros ilegales continúan construyendo embarcaciones pese a estar prohibido desde 2015
—La Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) señala que no se han puesto en el escenario de que no haya temporada.
A mí me pareció bastante sorprendente, porque uno debe esperar lo mejor, pero prepararse para lo peor, y El Niño es lo peor que le puede pasar a la anchoveta. Entonces, ahí hay un momento donde es evidente que la industria quiere pescar, porque tiene que pagar planillas. Ya hay, de repente, hasta acuerdos de compra y venta con sus clientes. Para ellos es muy duro no tener ingresos por seis meses. Sí creo que habrá una presión por pescar.
Titular de Produce, Raúl Pérez-Reyes, ratificó que no habrá primera temporada de pesca de anchoveta. Foto: composición LR
—¿Es la pesca exploratoria la mejor manera de medir cómo está el stock de anchovetas para la pesca industrial?
No es el mejor método. El mejor son los cruceros que hacemos de huevos y larvas, y los cruceros hidroacústicos. Hacemos entre uno y dos por temporada y eso es algo que nos desmarca del resto del mundo. Y eso es porque nosotros somos un país donde tenemos pocas cosas que controlamos, pero la información a nivel científico y a nivel pesquero es algo de lo que nos enorgullecemos. La anchoveta es el ejemplo más utilizado en todos los libros de texto a nivel global sobre cómo manejar mal una pesquería por el colapso que tuvo en los 70. Y desde los 90 en adelante, el manejo pesquero peruano ha mejorado. Pero seguimos siendo citados como los que colapsaron la anchoveta. Creo que hay un incentivo muy fuerte de todo el grupo científico que trabaja en el Imarpe para no ser ese científico que meta la pata. La pesca exploratoria te ayuda a recuperar información adicional.
—Las microvedas o los cierres precautorios se hacen efectivos, muchas veces, horas después…
Sí, claro. Y en esas horas se sigue pescando. Eso es una realidad. Eso es algo que se puede mejorar. Hay, inclusive, soluciones tecnológicas a eso. Hay pesquerías que tienen, tanto en Siberia como en los mares europeos, embarcaciones que poseen cámaras que apuntan directamente a las redes o a las tolvas y, automáticamente, ya hay como algoritmos que te miden la talla de los peces que estás capturando.
—¿La anchoveta podría desaparecer como ocurrió con la sardina?
El mar peruano ha sufrido lo que se llaman cambios de régimen. Entonces, hay un régimen que es positivo para la anchoveta y hay un régimen que es negativo para la sardina. El colapso de la anchoveta, por ejemplo, siempre se le atribuye a El Niño de 1972, que fue muy fuerte y que impidió que la población se recupere. Hizo que la anchoveta se pegue mucho a la costa, se hagan cardúmenes muy densos que fueron altamente pescables. Luego, por unos cinco o seis años, el Perú pescó muchísimas anchovetas juveniles y eso hizo que no se recuperase; a la par, el ambiente estaba cambiando y esto favoreció al desarrollo o la colonización de esos espacios por otros organismos y justo coincide que cambia la cantidad de oxígeno que hay en el sistema y muchas cosas que favorecen bastante a la sardina. Entonces, la población de sardina creció muchísimo. (…) No creo que estemos en un momento donde presenciemos indicios de un cambio de régimen.
—¿La pesca de juveniles puede perjudicar a la pesca artesanal?
Sí es un problema porque la pesca artesanal captura lo que se come a los juveniles, entonces, mientras se pesque, más impacto va a tener sobre la pesca artesanal. Eso sí es algo que tenemos que considerar. La pesca artesanal es importante para nuestra alimentación y exportaciones en el sector y todos los puestos de trabajo que genera a lo largo de la cadena productiva.