Durante el 2022, se registró cerca de un millón y medio de jóvenes entre 15 y 29 años que ni estudian ni trabajan (nini), cifra menor en 5% respecto al año anterior. Sin embargo, este resultado se ubica por encima del promedio histórico de 1,3 millones, así lo informó el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (Iedep) de la Cámara de Comercio de Lima.
“Esta población tiende a agravar la disparidad de los ingresos, reduce el desempeño laboral, haciendo peligrar los avances en la movilidad social y la lucha contra la pobreza. Además, al tener una alta tasa de ninis, se corre el riesgo de que los jóvenes opten por delinquir o fomentar mercados de productos ilegales”, advirtió el jefe del Iedep de la CCL, Óscar Chávez.
En el 2020, año de la pandemia, el número de jóvenes inactivos laborales y educativos mostró un crecimiento de 63,8% con respecto al 2019, según la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) y el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
“Pero si comparamos la población nini del 2021, esta registró una caída del 29,3% en contraste al 2020. Ello debido a la flexibilización de las restricciones impuestas por el Gobierno para enfrentar la pandemia, el rebote estadístico de la economía peruana en el 2021 y el bajo crecimiento del 2022”, subrayó Chávez.
La condición nini está mayormente presente en mujeres (61,2%) y el 2022 se ubicó cerca al promedio histórico (63,3%). Ello responde a que son madres a temprana edad y deben encargarse del cuidado de sus hijos. No obstante, durante la crisis sanitaria del 2020, dicha tasa fue de 57%, mientras la de hombres se ubicó en 43%.
Así también, la pobreza en el 2022 incidió en el 31,2% de ninis, cifra superior en 10 puntos porcentuales con relación al promedio histórico prepandemia. “Esto reduce las posibilidades de que salgan de tal condición por sus propios medios y requerirán de apoyo a través de políticas públicas”, explicó el especialista.
Respecto al rango de edad, el 61,2% de ninis son jóvenes entre 15 y 22 años, porcentaje que se encuentra en el promedio histórico previo a la pandemia. En cuanto al acceso a internet, el 67,7% de este segmento cuenta con este servicio, cifra muy elevada frente al 30,7% que registraba en el año prepandemia (30,7%).