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Economía

Kurt Burneo: Debe ser prioritario reactivar los más de 2.400 proyectos de inversión paralizados

El exministro de Economía y Finanzas, Kurt Burneo Farfán, ofreció una entrevista a LR+ Economía, el programa económico del diario La República, donde señaló que no tenía un ápice de conocimiento respecto a lo que pasó el pasado 7 de diciembre, con el frustrado autogolpe del expresidente Pedro Castillo, y que sus convicciones no le permitieron formar parte de un gobierno ilegítimo. Además, consideró bastante complicado entender lo que pasó ese día cuando se sabía que en el Congreso la moción de vacancia al entonces mandatario no iba a lograr los 87 votos.

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Exministro Kur Burneo en LR Economía. Foto: Captura.

Vea la entrevista en el siguiente link: Exministro Kurt Burneo Farfán en LR+ Economía.

Exministro de Economía y Finanzas, Kurt Burneo. Foto: Captura.

¿Cuál es su comentario sobre los hechos que enlutan a 17 familias en Puno (1 de la PNP), pero que ya suman más de 40 los caídos por las protestas?

—Un sentimiento de pena, porque son compatriotas nuestros. En segundo lugar, es resultado de una acumulación de desapego y desentendimiento de nuestros compatriotas en el interior del país. Las personas pueden decir, este señor fue ministro de Economía y tuvo la oportunidad de resolver los problemas. Lo que puedo decir es que en cuatro meses de gestión es imposible revertir toda la acumulación de desapego, de desentendimiento de las condiciones en las que viven nuestros compatriotas. Hablabas de los desequilibrios, de tener una menor desigualdad en la distribución del ingreso, y del aumento de las capacidades de la gente, que nuestros compatriotas tengan acceso a la salud y educación, impartidas por el Estado. Allí estamos hablando de desarrollo económico y eso pasa, quizás una condición necesaria pero no suficiente, de que haya crecimiento económico. La tarea que tuve desde que asumí el cargo, a principios de agosto del año pasado, fue evitar que la economía se desacelerara más, considerando un contexto internacional adverso y que podría ser más complicado este 2023, que implica retos más grandes. Y si me preguntan ¿qué es lo urgente de ver?, sería seguir apuntalando la reactivación económica. Si no crecemos, no hay forma de redistribuir, y la segunda cosa que es fundamental es la redistribución del ingreso, es decir, que sea menos desigual el acceso a esa torta que es la riqueza que genera el país.

De otro lado, doctor Burneo. ¿Qué sentimiento tiene tras los sucesos ocurridos el pasado 7 de diciembre, que nos llevó a la situación en la que nos encontramos? ¿Fue para usted sorpresivo que el expresidente Pedro Castillo, haya leído esa copia de lo que en su momento hizo Alberto Fujimori, me refiero al autogolpe de Estado?

Un sentimiento de desasosiego porque, obviamente, nunca tuve idea de lo que se pensaba hacer. Y si hubiera tenido un ápice de idea de eso, inmediatamente hubiese renunciado. Mis convicciones no me permiten estar en un gobierno ilegítimo. Además, estaba durante cuatro días fuera del país, en Montevideo, atendiendo la reunión anual de la CAF, y volví a Lima ese día 7 (de diciembre) a eso de las 10.30, o las 10..45 a.m. y me dirigí al ministerio porque tenía despacho pendiente. Y la sorpresa vino a las 12 del día. Y te comento que fue de desasosiego porque sentí que no había necesidad de proceder de esa forma, definitivamente. Y obviamente no podía formar parte del gobierno que desde todo punto de vista era ilegítimo. Cuando se instala un gobierno ilegítimo el país pasa a convertirse en un paria a nivel internacional y todas las decisiones, por ejemplo, de líneas de crédito pasan a un stand by, porque estamos hablando de un gobierno que no tiene un origen formal, un origen legítimo.

¿Y su olfato político no le advirtió que podía pasar lo que hemos visto en cadena nacional?

—Para nada porque ese día en la tarde se tenía que votar una moción de vacancia y se sabía y era más que conocido que no se había logrado los 87 votos necesarios para proceder a ello. Evidentemente, nada puede justificar la interrupción del orden democrático en el país. Insisto, no tenía mayor conocimiento de eso y la otra cosa, es que me pareció bastante absurdo, bastante complicado de entender, que sabiéndose que no se tenía los 87 votos, se procediese de esa manera, pateando el tablero y que generó un problema para todos. No había la necesidad de hacer tal cosa. Siempre diré que nunca hay que renunciar al diálogo, a la conversación y a llegar a puntos de acuerdo. Además, sentía que por la parte económica con el Congreso la relación no era tan mala. Así es que me había reunido con los integrantes de la mesa directiva para que haya fluidez en los proyectos.

Según el MEF la economía se recuperó, pero se fue desacelerando a lo largo del año. ¿Cómo dejó usted el ministerio a su nuevo titular, Álex Contreras?

—Con Álex nos une una relación de amistad y laboral, porque integró mi equipo como viceministro de Economía. Cuando hablamos de los planes de reactivación, fue conversado con él, estuvo de acuerdo, pero creo que nadie puede estar en contra de propugnar la reactivación económica. El desafío está en que, por ejemplo, la proyección de crecimiento del año pasado está en 2,8% o 2,9% y parece que, por los resultados preliminares que se observa e indicadores adelantados como la producción de electricidad o la recaudación del IGV interno, la venta de cemento, entre otros, refuerzan que el año pasado habríamos crecido en 2,9%. Ahora, el desafío es enfrentar un contexto externo complicado, que se ha empeorado. No olvidemos que la actividad económica en el Perú depende enun 60% de las condiciones externas y solo el 40% corresponde a condiciones locales o internas. El desafío es grande pero, insisto, si no hay reactivación económica poco podríamos pensar en el otro gran desafío que tiene que ver con una menos desigual distribución del ingreso. Y allí un tema importante tiene que ver con gestión.

—¿Gestión en los gobiernos regionales y municipales?

Hay alrededor de 2.400 proyectos de inversión que están parados por distintas circunstancias. La no continuidad tuvo mucho que ver con una mala gestión de muchos gobernadores y alcaldes. Y por qué no decirlo, también en el caso de algunos sectores del poder Ejecutivo. Esos 2.400 proyectos implica tener plata parada por S/ 28 mil millones. Si no se preocupan por esos proyectos, que están a medio hacer, entonces conforme pase el tiempo los expedientes técnicos se van a desactualizar y hay que volver a actualizarlos, y en la parte financiera se tiene que hacer una nueva valorización de los proyectos en función de lo avanzado y tenemos que evitar tal cosa.
Muchos de esos proyectos están en el interior del país. Pienso que sí hay forma de poder actuar rápidamente e incidiendo, sobre todo, en esos proyectos en las zonas más abandonadas de nuestro país, donde nuestros compatriotas hacen hincapié de varias carestías, como la de electricidad, agua, conexión a través de carreteras que conectan a los agricultores con los mercados. Estamos hablando de una serie de factores económicos que podrían ser mejorados sustantivamente, pero enfocados no solo en los proyectos nuevos, sino en los que están parados y que implica un costo de oportunidad importante para la economía del país.

¿La pandemia y las medidas para frenarla en el país, hizo subir en cerca de 10 puntos la cifra de pobreza, para situarse en algo más de 30%, esto ha descendido un poco, pero según lo señalado por el ministro Contreras, se mantendrá. ¿Qué hacer para revertir ello?

—Lo que hicieron los países para reducir sustantivamente la pobreza se asocia con la creación de oportunidades de empleo. No es verdad que a punta de programas sociales se resuelve la pobreza, que son paliativos. Resolver la pobreza sustantivamente y con continuidad en el tiempo pasa por crear oportunidades de empleo y eso tiene que estar conectado con la reactivación económica. Tiene sentido cuando el ministro dice que necesitamos que este plan de reactivación “Con punche Perú” pueda definitivamente hacer que la economía peruana crezca más rápido y mejorar las oportunidades de empleo para la gente, que depende fundamentalmente de la producción.

El plan “Con punche Perú” busca inyectar S/ 5.900 millones a la economía del país, mediante el cual se estima en seis meses un impacto en el PBI de 1,2 puntos porcentuales y generar 130 mil puestos de empleo adicionales. ¿Es suficiente y atinada esta propuesta?

—De ser atinada, de hecho que lo es. Ahora, cuán suficiente es, depende de la magnitud del problema. No perdamos de vista que necesitamos crecer a tasas de alrededor de 5% para poder dar empleo a los casi 300 mil jóvenes que se incorporan al mercado laboral todos los años. Se va en sentido correcto, pero se va a necesitar un programa de reactivación mucho más extendido para tener un efecto sustantivo en cuanto al crecimiento de la demanda de empleo. Por otro lado, no olvidemos que la economía internacional define variables que no manejamos como la tasa de interés internacional, el crecimiento de la economía mundial ni de nuestros principales socios comerciales. No manejamos el precio del dólar donde tenemos limitaciones para mantenerlos dentro de determinado rango como hace el Banco Central. Insisto. Vamos en sentido correcto, pero se van a tener que desarrollar nuevas medidas para poder mantener la continuidad de la reactivación económica. El impacto en la economía de esos casi S/ 6 mil millones es multiplicado. El impulso no solo son los S/ 6 mil millones, ese es el envión inicial, que se le da a la economía para que de allí se genere efectos multiplicadores y como consecuencia de eso podamos recuperar tasas de crecimiento de la economía, y por supuesto, el empleo. Pero siempre teniendo en cuenta que para estas previsiones hay un escenario base que es la economía internacional. Dadas las variables que dependen de la economía internacional, la apuesta por crecer está representado por las cifras que presentó el ministro de Economía.

¿Con el recrudecimiento de las protestas se va complicar más la situación de la economía del país?

—Tiene un efecto importante por el lado de la estabilidad. Si uno se pone, por ejemplo, los zapatos de un inversor, será difícil desarrollar nuevos proyectos o ampliar los existentes cuando hay este tipo de situaciones violentas que no están focalizadas en un solo lugar. Ahora, también depende de la capacidad de reacción del gobierno. Gran parte de los reclamos detrás de las protestas de nuestros conciudadanos, está en mejorar sus condiciones de vida y ello está asociado fundamentalmente por la ejecución de los proyectos de inversión pública. Digo esto porque para el inversor privado es complicado invertir dada la situación de inestabilidad en la que estamos, pero eso no debería ser restricción para la parte pública. Además son más de 2.400 proyectos que están a medio hacer y que están parados y muchos de ellos están a nivel de regiones y municipios. Una parte importante de estos proyectos deben ser continuados, deben ser priorizados, sobre todo aquellos enfocados en la mejora de las condiciones de vida de nuestros compatriotas del interior del país. Y así las presiones de reclamo van a ir amainando en la medida de que hay una preocupación efectiva, sobre todo por el lado del Poder Ejecutivo, de desarrollar proyectos de inversión que ya están comenzados. Eso me parece una prioridad. Y esperamos que esta vez el Congreso pueda aprobar con mayor agilidad los proyectos de ley planteados por el Ejecutivo que están asociados con esos proyectos de inversión.

¿Cuáles son las recomendaciones que le daría a su sucesor en el MEF para capear este temporal anómalo en el país?

—Tiene que haber mucha cabeza fría en estas cosas. Es fundamental, independientemente de las emociones que nos pueda generar determinado tipo de situaciones anómalas en el país. Tiene que haber mucha racionalidad en cuanto al costo beneficio, y en ese sentido comparar cuánto cuesta reiniciar un proyecto de inversión, versus abandonarlos, me parece un tema central. Apostar por proyectos nuevos puede ser importante para el momento, pero el momento es muy efímero. Aquí lo que se busca es de qué manera las decisiones de gestión pública en general, y económica en particular, puede impactar de manera más importante y en un plazo más breve para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. Y allí insisto en mirar los más de 1.400 proyectos que están parados y que debe ser un elemento prioritario en las decisiones de gestión de política pública y macroeconómica.

Vea la entrevista en el siguiente link: Exministro Kurt Burneo Farfán en LR+ Economía.